El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió hoy al gobierno, a las milicias y a los líderes religiosos de Nigeria solucionar mediante el diálogo y la tolerancia las causas de los frecuentes enfrentamientos sectarios en el país.
El funcionario expresó su profunda preocupación por la violencia en zonas del norte de Nigeria, que ya ha causado decenas de muertes, y confió en que los responsables serán detenidos y enjuiciados.
Mediante su vocero, el funcionario condenó la pérdida de vidas humanas y la destrucción de propiedad causada por militantes que quieren imponer la ley islámica en el país africano.
La violencia comenzó el domingo pasado con el ataque a una comisaría por parte del grupo integrista Boko Haram, lo que provocó un tiroteo en el que murieron 41 personas y durante el que fue registrado un número indeterminado de heridos.
Desde entonces, reportes de prensa calculan que por lo menos 100 personas han muerto.
En noviembre pasado miles de personas fallecieron y otras tantas fueron desplazadas de la ciudad de Jos debido a enfrentamientos entre grupos islamistas radicales y fuerzas militares del gobierno.
