Préstamos. El mal uso de las tarjetas bancarias se sigue dando, la gente echa mano de créditos de nómina y préstamos preautorizados. ARCHIVO
Las cajas de ahorro y crédito popular tienen bastante aceptación para el ahorro, sólo que empieza a observarse que un buen número de ahorradores acude más con la intención de una vez siendo socios obtener créditos, indicó Francisco Esparza Hernández, delegado de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef).
Personas con cartera vencida acuden a Condusef para pedir la condonación de intereses, esto no se puede hacer, ya que las cajas deben rendir cuentas a los miles de socios con los que cuentan, tan sólo la Caja Hipódromo que es local, alberga a más de 37 mil socios de todo el estado.
Lo que Condusef puede hacer en algunos casos es la negociación de intereses moratorios, gastos de abogado jurídico y facilitando el pago tomando en cuenta el ahorro que tiene el usuario siempre y cuando se haga a tiempo, acentuó el funcionario.
Esparza Hernández manifestó que pese a que las cajas de ahorro toman todas las medidas necesarias del otorgamiento fácil y rápido de hasta tres veces más del ahorro que tienen, en el caso de cantidades mayores los contratos llevan las firmas de avales y diferentes cláusulas de garantía, ya que las cajas no pueden darse el lujo de condonar capital ni intereses ordinarios porque estarían perjudicando a los socios con los que cuentan.
"Los ahorradores por la falta de información o por confiados, no acuden a tiempo para llegar a un acuerdo, por lo que sus ahorros pueden ser consumidos por intereses".
El aumento de cartera vencida o el incremento de intereses moratorios en Durango se inicia por el incumplimiento del socio no por parte de las cajas, si bien es cierto las cajas son duras para cobrar, pero es por la exigencia de que tienen que dar cumplimiento, además están regidas por la Ley de Ahorro y Crédito Popular, que les señala muy claramente sus obligaciones, deben entregar a la Condusef información de sus estados financieros cada tres meses y son revisados en oficinas centrales, incluso la Comisión Nacional Bancaria y de Valores también les vigila.
En caso de falta de liquidez, las cajas cuentan con un fondo de prevención a nivel de Federación.