Proyecto. La medida sería de gran ayuda en la escena cultural. ARCHIVO
MADRID, España .- "Es necesario crear una red iberoamericana de festivales que permita llevar a cabo coproducciones y colaboraciones que en este momento se ven muy poco en nuestros ámbitos nacionales", asegura el director del Festival Internacional Cervantino, Gerardo Kleinburg, quien acaba de participar en las Primeras Jornadas de Directores de Festivales Iberoamericanos, celebradas en la capital española bajo el auspicio de la Secretaría General Iberoamericana (Segib).
Kleinburg estima que es imperante que haya proximidad entre las instancias que organizan y llevan a cabo festivales internacionales. El director del Festival de México en el Centro Histórico, José Wolffer, presente también en estas jornadas, señala que además de contar con esa herramienta unificadora, es importante darle un seguimiento cotidiano y subir un escalón más arriba de los buenos deseos.
"Por ello es necesario aprovechar este impulso para darle cuerpo a la iniciativa de una red lo más amplia y sólida posible de festivales iberoamericanos", dice.
Uno de los principales escollos que advierten Kleinburg y Wolffer es el geográfico, ya que el ámbito iberoamericano, dicen, es enorme, y unos de otros están, en esa realidad física, muy alejados, lo que se traduce, destaca Kleinburg, en dinero, pues mover una producción de América a España cuesta mucho.
"En Europa los directores de festivales podrían reunirse cada mes si quisieran. En América es muy diferente, y por eso buscamos, entre otras cosas, un sitio de Internet a través del cual podamos estar juntos y cerca, acordar, discutir, entrar en contacto y que haya agilidad y eficiencia en las relaciones", precisa el director del Cervantino, quien estima que hace falta un elemento supranacional que pueda dar cohesión a esa unidad.
"En ese sentido, creo que la Segib puede jugar ese papel, ya que es una instancia que nominal y funcionalmente puede agrupar a las diferentes entidades y tiene un apartado cultural", agrega.
"La Segib permitiría tener un organismo que facilitaría muchas cosas que a título individual, como festivales independientes, es muy complicado", pondera Wolffer.
Kleinburg comenta que el propósito fundamental de las Jornadas de Directores de Festivales Iberoamericanos no ha tenido, sin embargo, el objetivo específico de desarrollar un proyecto específico en ese sentido ni para la fecha clave de 2010, año de las celebraciones de los Bicentenarios de las Independencias Americanas.
"Me parece que eso podría desprenderse de acuerdos y mecanismos de trabajo que estamos perfilando, porque básicamente hemos acordado generar entre directores de festivales de música, principalmente, un espacio a través del cual podamos establecer proyectos conjuntos, intercambiar información, buscar sociedades y coproducciones, circuitos de gira, y en esta dinámica, por lógica, 2010 será el año en el que puedan suceder y tendrán que ver con temas del Bicentenario de nuestros países", señala el director del Cervantino.