El subcomandante Marcos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) criticó la lucha que libra el Gobierno mexicano contra el narcotráfico, al asegurar que la ha perdido.
En su participación en el Primer Festival de la Digna Rabia, el dirigente leyó el texto “Siete vientos en los calendarios de la geografía de abajo”, donde asegura que desde que el Ejército salió a las calles, lo ha hecho para tomar el papel de “Ministerio Público”, “Policía”, “carcelero” y “ejecutor”.
Consideró también que en vez de ofrecer pan y circo al pueblo mexicano, ha dado “sangre”.
Y las fuerzas gubernamentales apoyado en un “bando” del narcotráfico ha hecho la guerra, a un cártel de la droga.
En la sede de la Universidad de la Tierra, donde se han congregado casi dos mil personas de México y el extranjero, Marcos dijo que la globalización que lanzan Israel y los Estados Unidos caigan en cualquier lugar, para estremecer a las personas.
Pero lo bueno, dijo con hilaridad, es el zapatazo que un periodista de Oriente Medio, lanzó contra el presidente George W. Bush, imágenes que pueden se reproducidas en cualquier parte del Planeta.
En su participación, el subcomandante se dio tiempo de criticar a Marcelo Ebrard, al asegurar que un Gobierno de izquierda “asesinó a un grupo de jóvenes” que se divertían en una discoteca, pero extrañamente un sector de la izquierda “guardo silencio” y no criticó la violencia que ejerció la Policía.
La Policía que está “preparada” para abusar contra jóvenes, contra vendedores ambulantes, colonos y ciudadanos que se disientan contra la instalación de una pista de hielo en el zócalo capitalino.
Aún más y sin mencionarlo por su nombre, el zapatista descalificó la consulta que impulsó Andrés Manuel López Obrador, contra la reforma petrolera.
Al repasar la lucha del EZLN dijo, que debieron pasar diez años, para que salieran a la luz pública el 1 de enero de 1994, preparándose en la Selva Lacandona.
Y dijo que la guerra que iniciaron hace 15 años los zapatistas continuará en este rincón de México, hasta que se alcance la paz, la justicia y la democracia, sin “trampas y sin simulaciones”.