En municipios como Poanas y Guadalupe Victoria predomina la tradición del Niño Dios y poco del Santa Claus, pero de los Reyes Magos queda muy poco.
POANAS
Los extranjerismos influyen mucho para opacar la fiesta del 6 de enero o Epifanía que se mantenía de generación en generación en los hogares duranguenses.
Poanas, Dgo.- Los niños cada vez pierden de vista la magia de los Reyes Magos, pues los extranjerismos a través de los paisanos y el bombardeo publicitario en cine, televisión y revistas se sobreponen a la milenaria tradicional.
Para todos los mexicanos, el 6 de enero significa sorpresas, alegría, amor y regalos, ya que es el día en el que se hacen presentes Melchor, Gaspar y Baltasar, pero la realidad es otra; al menos aquí en Poanas como en Guadalupe Victoria, no hay nada especial, por lo que este día será ordinario.
Extinción. Antes los tres Reyes Magos consentían a los niños del medio rural y urbano; ahora son pocos los hogares que siguen creyendo en su magia, pues el 6 de enero, llamado por los católicos el día de la Epifanía, será un día como cualquiera, al menos para la Iglesia, que adelantó la liturgia el domingo pasado, por ser la fecha en que asisten más fieles a los templos.
“Los ‘gringos’ nos han quitado todo a cambio de sus ideas llenas de mercadotecnia, pues a cambio del día de Reyes, celebran el Día de Gracia, Día del Pavo, en fin...lo peor es que la gente se va dejando influenciar a través de los paisanos que cambian sus tradiciones y hasta su religión”, expresa el presbítero Jesús García González, párroco de Nuestra Señora de Guadalupe del municipio de Guadalupe Victoria.
Navidad. Señaló que persiste la tradición del Niño Dios el 25 de diciembre en que llegan los regalos y muchísimas sorpresas; los Reyes Magos dejan de su magia en la mayoría de los hogares, el Santa Claus, hombre barbado y gordo, “aquí no tiene peso, influye más en las grandes ciudades”.
La Iglesia lucha por mantener la tradición y religiosidad del Niño Díos, pues la de los Reyes Magos se perdió.
El párroco de Villa Unión, Poanas, Gerardo Estrada de la Rosa, coincide en señalar que el día de Reyes pasó a segundo plano para la mayoría de las familias, ya que festejan otros días promocionados por los vecinos del Norte.
Dominio. Cabe señalar que la tradición se ha perdido más al Norte del país, por la cercanía con los Estados Unidos, pues en el Sur persiste más la celebración del día de los Santos Reyes, los cuales representan todas las razas en busca del Señor.
Los fieles católicos de Villa Unión participaron de manera nutrida en la liturgia del domingo pasado, pero para este día no hay nada programado en especial, excepto los hogares donde la tradición se hereda de generación en generación, por lo que no es raro encontrar familias que lleven más de 100 años celebrando el día de Reyes en unión de los abuelos y bisabuelos, aunque las mayorías lamentablemente se perdieron de esta hemosa magia.
Héctor Hernández Morales
El Siglo de Durango
Rey, hombre y Dios
Los Reyes Magos -conocidos como los Magos de Oriente- es el nombre por el que tradicionalmente se denomina a los visitantes que, tras el nacimiento de Jesús de Nazaret, acuden desde países extranjeros para rendirle homenaje y entregarle regalos de gran riqueza simbólica: oro, incienso y mirra.
Los tres Reyes traen regalos que los niños les piden en sus cartas durante la noche anterior a la Epifanía. De acuerdo con la tradición la celebración comienzaba con las denominadas Promesas de Reyes, rezos y cánticos desde la madrugada del 5 hasta el día de la Epifanía.
De acuerdo con el cura Estrada de la Rosa, los Reyes Magos llevaron al Señor el oro, significado de rey; mirra, hombre e incienso, Dios.
Los reyes magos Gaspar, Melchor y Baltasar dejaron sus lejanos países para ir en busca del Dios nacido en Nazaret y al encontrarlo lo llenaron de dones como los ya mencionados, de ahí la tradición de regalar en esta fecha.
Respecto del Santa Claus, semeja a San Nicolás, un hombre de los paises nórdicos, bondadoso, que amaba mucho a los niños y los llenaba de regalos, cuya tradición se lleva el 25 de diciembre, pero según los sacerdotes predomina la tradición del Niño Dios.
