Placer... hasta la puerta de tu casa
Cosas de la vida moderna en la ciudad de México: Las amas de casa tienen al alcance de la mano juguetes sexuales sin la necesidad de entrar a las tiendas especializadas. Y a cambio de unos 500 pesos, invertidos en esa línea de objetos, pueden lograr en la vida íntima una comunicación inapreciable con su pareja o pasar un buen rato de diversión.
Fabiola Vázquez Miranda tiene una juguetería que cabe en unas mochilas que lleva consigo cuando se presenta ante una clientela interesada en conocer las herramientas de la diversión de los adultos.
La juguetería de Fabiola es la opción para quienes siempre quisieron saber cómo son los juguetes sexuales y la forma en que se usan.
Mucha gente cuando se decidió a informarse tuvo el problema de que chocó contra una barrera de morbo que a veces merodea en las tiendas de ese ramo.
Las sesiones de Fabiola Vázquez se llevan a cabo en casas particulares, y cuando su clientela lo solicita, acude a salas de reuniones de centros de trabajo. Basta con que le brinden las facilidades de espacio y privacidad para la demostración de sus productos, en horarios indistintos.
Los servicios de Fabiola Vázquez van dirigidos a adultos de todas las edades. Ella dice que cada vez más y más personas se interesan en contar con información completa de esos juguetes que por generaciones fueron vistos como algo exótico y que ahora son utensilios de alcoba, de viaje, para llevar puestos...
En entrevista, Fabiola Vázquez expresa que si de juguetes sexuales se trata, "el que se desinhibe, gana".
-¿En qué consisten las sesiones de ventas de juguetes sexuales a domicilio? –se le pregunta.
-Se llevan los juguetes a mostrarlos a gente que nunca ha entrado a una sex shop o que ha estado ahí y nunca ha preguntado. Se trata de que los conozcan, sepan para qué sirven, como los pueden usar y que se vayan interesando en los juguetes -contestó.
Esa es la razón principal para una demostración en casa a grupos de mujeres, de parejas, de homosexuales, de lesbianas. Sólo a hombres heterosexuales solos no se les da el servicio.
Se llevan a cabo en domicilios, en oficinas, y pueden ser de noche, tardes o mañanas. Los anfitriones son personas interesadas y sus invitados también, y de ellos depende si ofrecen alguna bebida a quienes asisten, y de acuerdo con el horario –explicó- puede ser con alcohol. En las sesiones matutinas el ambiente es algo más informal, que puede prestarse para un desayuno, mientras los niños están en la escuela.
La duración de las reuniones dependen de las preguntas y de la atención que pongan los invitados. Por lo regular son dos horas, desde que se acomodan los productos, se empieza a explicar desde lo más suave, que son los aceites de aromaterapia, los lubricantes, los comestibles. Así va subiendo de tono hasta llegar a los juguetes más fuertes, como los vibradores.
-¿Qué tipo de clientes son los que prefieren que la montaña vaya a ellos?
-Amas de casa y mujeres que trabajan. Hay grupos con personas a partir de los 18 años. Yo pido que sean mayores de edad, porque aunque no es nada malo, los juguetes en caso de niñas de menor edad, las adelantan a algo que todavía no les corresponde.
-¿Cuáles son los juguetes más solicitados y qué precios tienen?
-Las balas vibradoras y los anillos de contención y con vibración, y los lubricantes, son de lo más vendido. Después, vienen otro tipo de vibradores, lencería, vibradores con formas fálicas. Para alguien que no conoce y que nunca ha tenido ningún juguete, empiezan por lo más leve, que son las balitas vibradoras o los anillos vibradores.
Sobre los precios apuntó que los lubricantes están en 130, 150, 200 pesos. Las balitas desde 180 pesos y hasta mil 100 pesos. Hay diferentes tipos de balas, hay vibradores discretos, como brochitas para el bolso, entre 200 pesos. Los anillos son desechables y cuestan 100 pesos y pueden durar hasta para 30 puestas.
-¿Cuáles son las personas que se inhiben respecto de los juguetes sexuales y que necesitan privacidad para, digamos, entrar en contacto con los productos?
-Cuando están de acuerdo en ir a una demostración es porque saben a lo que van. Hay personas que les da pena que les hablen sobre sexo anal. Para ello se pide que en una demostración haya un cuarto aparte para la gente que no quiere que los otros invitados vean lo que compra. Y por lo regular es cuando se animan a pedir juguetes para sexo anal.
-¿Cómo es el proceso de desinhibición? ¿Cómo son los desinhibidos, respecto de la posesión, uso y obsequio de los juguetes sexuales?
-Por eso las demostraciones empiezan manejando lo más ligerito, para ir viendo como va reaccionando la gente. Por ejemplo, en una demostración con una señora, le indiqué: "Mira esto es para sexo anal".
Vio la crema y la retiró. Después saqué unas bolas y me dijo: "Sabes qué, de sexo anal no me interesa".
Guardé todo lo que tenía para sexo anal, lo metí a la maleta y después jamás volví a hablar de ello.
Cuando se trata de grupos grandes hay personas interesadas y otras que no, pero se tiene que hablar del tema. Las no interesadas, se reservan con discreción.
-¿Qué beneficios ofrecen los juguetes sexuales a los clientes, por ejemplo, diversión, terapia, placer?
-Desde luego, placer. Cambia mucho la visión de la pareja. Aprenden a jugar las parejas, aprenden otro tipo de contacto, se abre más la comunicación. Cuando se trata de personas solas, aprenden a conocer su cuerpo, porque hay muchas mujeres que no saben pedir, no saben decir que es lo que les gusta, dónde les gusta que las toquen. Para mujeres que no conocen lo que es un orgasmo hay juguetes que ayudan.
“Otros juguetes, como las bolas chinas, sirven para los ejercicios pélvicos. Son tres bolas pequeñas dentro de una más grande cada una. Se introducen en la vagina y al sentir que se van a salir, la señora hace el ejercicio pélvico al momento de estar apretando, apretando, apretando, para que, en efecto, no se salgan”, explicó.
-¿Pueden ser causa de algún problema o los juguetes son inofensivos?
-Bueno, todos los excesos son malos. Nunca un vibrador va a sustituir a un hombre. Dependerá de los usos que se les dé. Mientras no se llegue a los excesos, no hay ningún problema. Para lo que están diseñados son inofensivos.
-¿Son juguetes originales para, por ejemplo, un aniversario, cumpleaños, despedidas...?
-Se hacen demostraciones donde hay una despedida de soltera. Y se regalan ciertos productos adecuados para el festejo. Claro que no se trata de regalar a la novia un vibrador. Los juguetes sexuales son propios para un regalo original que ayudaría mucho a las parejas que empiezan, a los que tienen muchos años, igual les va a cambiar su visión de pareja y la intimidad.
-¿ Los juguetes sexuales estimulan las fantasías sexuales, las hacen realidad?
-Van ligados. Hay muchas fantasías que se pueden cumplir con estos juguetes. Nosotros ponemos el juguete, el cliente pone la fantasía para que funcione. Un juguete aparte de que ayuda a cambiar la visión del usuario de lo que es una relación, va a satisfacer una fantasía que se trae consigo. Es muy bonito que entre las parejas haya comunicación y confianza para que puedan llegar a usar los juguetes y con esos juguetes cumplan las fantasías que traen ambos. Por supuesto, los juguetes sexuales son útiles para sacar las fantasías que todos llevamos dentro. Y cambian la rutina
-¿Cambiar la rutina lleva al aficionado a los juguetes a un estado de gusto... de felicidad?
-Sí. Es una experiencia satisfactoria, que produce placeres muy buenos. Con pocos pesos, con unos 500 pesos, una persona y una pareja, puede ser feliz. Lo primero es la desinhibición y después, al momento de que quieres hacerlo y lo haces, y viene lo demás, viene la felicidad completa. El que se desinhibe, gana.