Inició el Festival Internacional Tamaulipas, expresión de una sensibilidad cultural y una gama diversa de identidades que en tiempos de crisis económica es producto de una excelente organización, a efecto de que con el apoyo de patrocinadores y la venta de la taquilla, puedan autofinanciarse algunos eventos de envergadura internacional, en el que participan expresiones artísticas de España, Argentina, Polonia, Georgia, Irlanda, EUA, Guinea, Colombia, Hungría, Belgrado-Serbia, Cuba, China y México.
El FIT es un foro significativo de cultura, arte, reflexión colectiva y motivación que pondera nuestra raigambre, a la vez que promueve la unidad de una rica diversidad de expresiones culturales, que enriqueciéndose de lo internacional, se fortalecen con lo nacional para enraizar en lo local, promoviendo el talento de los artistas regionales.
Con el FIT, se envían dos mensajes:
1) Que ¡sí se puede!, sí tenemos el amor a México y la inteligencia de acrecentar nuestra identidad nacional, a partir de la alegría de convivir unidos y de la fuerza del arte y la sensibilidad que la cultura provee y proyectarse como un caleidoscopio multicolor al mundo;
2) Que si las democracias modernas promueven la participación ciudadana como una expresión para enriquecer la tarea gubernamental, en Tamaulipas haciendo eco de dicha vertiente, se ha promovido una colaboración sin igual con la participación de los patronatos estatal y municipales del Festival; como una manera inteligente de invitar a la sociedad para que haga suya una fiesta en donde se entremezclan sensibilidad, cultura y la magia que sólo el arte sabe proveer.
El FIT atrajo la atención internacional con un majestuoso concierto de Plácido Domingo, artista de talla universal, un hombre que con su oficio de cantor, con su versátil voz y una presencia que como imán atrapa la simpatía del auditorio en su calidad de uno de los mejores tenores del mundo, inauguró la undécima edición de este Festival ante más de 8,000 espectadores.
Plácido Domingo, con sus 68 años bien vividos, un pelo que refleja la plata de la vida, un rostro que proyecta armonía de mente, cuerpo y alma, y una voz excepcional, en su recital atrapó al auditorio con sus interpretaciones de: El Cid, L'Arlesiana, Luisa Fernanda, Maravilla, El barberillo de Lavapiés, La taberna del puerto; luego pasaría a canciones populares como: El día que me quieras, Bésame mucho, El mil amores, La cama de piedra, Paloma querida, El rey, y no podía faltar una canción que lleva en el alma desde su tierna infancia: Granada.
Generoso se vio en el escenario al reconocer a la Orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma de Tamaulipas; a su director Armando Vázquez; a Eugene Kohn, director concertador; a la soprano Virginia Tola; al Coro Infantil del Sistema DIF Tamaulipas, y al mariachi. Plácido ejerce bien el oficio de la vida; lo vive a plenitud, lo disfruta, lo transmite, es un artista que, por su talento que desborda, la alegría que permea, la voz que cautiva, por donde transita deja huella
La vida de Plácido Domingo es una muestra de trabajo, estudio, esfuerzo, sacrificio, desarrollo del talento nato, pero que también refleja una profunda humildad y nobleza humana; recordemos que en el movimiento telúrico de 1985 que devastó a la Ciudad de México, acudió al llamado de su corazón para asistir en la búsqueda de sus familiares que vivían en el edificio Nuevo León en Tlatelolco, ejerciendo una solidaridad y un altruismo ejemplares sólo vistos en aquellos hombres tocados por el ángel del amor y de la vida.
Y la anécdota del tenor José Carreras, quien desarrollaba una fuerte rivalidad que lo distanció de Plácido Domingo. En 1987, Carreras fue afectado por la leucemia, después de dolorosos y prolongados tratamientos y de no trabajar, sus condiciones económicas se extenuaron, fue entonces cuando conoció la fundación "Hermosa" que en Madrid apoyaba el tratamiento de leucemia; gracias a ella, el tenor salió adelante y volvió a cantar. Cuál no sería su sorpresa cuando descubrió que el fundador, presidente y mayor colaborador de "Hermosa", era "su enemigo" Plácido Domingo, y no sólo eso, sino que también la había fundado para él, manteniéndose en la humildad del anonimato.
Cuando una periodista preguntó a Plácido Domingo, por qué había creado una institución que beneficiara a un enemigo, que era el único artista que le podía competir; la respuesta fue contundente:
"PORQUE NO SE PUEDE PERDER UNA VOZ COMO ÉSA".