El primer paso para combatir un daño o para programar un modelo o sistema económico es reconocer la realidad y hablar con la verdad. Este comentario es en respuesta a lo dicho por el secretario de Agricultura a nivel nacional (SAGARPA), que manifiesta que el sector agropecuario crecerá en un 3 % durante este año 2009, mientras que las estimaciones nacionales y del Banco Mundial, estiman que la economía mexicana tendrá un decremento cercano al 2 por ciento, es decir, no crecerá, disminuirá en comparación al año pasado y dentro de la evaluación en la economía el sector que produce alimentos es quien menos crece. Como sustento a lo dicho anteriormente ya se dio a conocer el VIII Censo Agrícola, Ganadero y Forestal por parte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), donde se menciona que entre 1991 y 2007 el sector agropecuario y forestal acumuló un crecimiento de 34 por ciento mientras que para la economía en su totalidad fue de 75 por ciento.
Gran diferencia, verdad. Estos datos nos señalan que mientras la economía nacional tuvo un aumento anual del 3.2 en este mismo periodo, el campo sólo participó con el 1.8 por ciento. Como datos importantes en este octavo censo, se documenta que en 1991 el 19.2 por ciento de las unidades de producción (ranchos, parcelas, etc.), contaban con seguros y créditos y en el año 2007 sólo el 4.2 por ciento estaban en este concepto. La superficie total de labor agrícola, ganadera y forestal es de 31.5 millones de hectáreas (has.), señala también este documento una disminución en productos como frijol, cebada y café y se incrementan las áreas sembradas de maíz que pasa a 8.7 millones de has., sorgo a 1.3 millones de has. y avena 0.7 millones. La ganadería refleja una baja de 5 por ciento en la producción en los últimos 16 años ya que en 1991 había una cabeza de ganado por cada 3.5 personas y en 2007 la relación fue de 4.5 personas. En el estudio se señala que el incremento en la producción en algunos productos se debe a la mejor tecnología utilizada. En el factor humano se indica que en el pasado 2007 el 54 por ciento de los productores tenían más de 50 años de edad lo cual refleja una disminución de la fuerza laboral en este sector.
Como muestra del abandono que existe para este sector por parte del Gobierno, basta señalar que durante 16 años no existió un censo o conteo de los cambios y menos un apoyo financiero y tecnológico. Como se verá, en México poco se apoya a quien produce alimentos y mucho se apoya el alto costo de las elecciones políticas siendo que la democracia debe ser gratuita.