El fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) Luis Moreno Ocampo, aseguró hoy que el presidente sudanés, Omar Hasan al Bachir, podría ser arrestado en cualquier país miembro de Naciones Unidas en caso de que ese tribunal emita hoy una orden de detención contra el mandatario.
En una entrevista emitida hoy por el canal de televisión qatarí Al Yazira, Ocampo instó a los países miembros de la ONU a colaborar con la CPI si el tribunal ordena la detención de Al Bachir por supuestos crímenes de guerra y contra la Humanidad cometidos en la región sudanesa de Darfur.
"Si la CPI emite una orden de arresto contra Bachir, la decisión será enviada al Gobierno sudanés para que sea aplicada. Pero como no esperamos que eso ocurra, podría ser detenido una vez que abandone el país, ya que los 180 países miembros de la ONU están llamados a colaborar", dijo el fiscal.
La entrevista ha sido emitida horas antes de que la CPI, con sede en La Haya, tome una decisión definitiva sobre el arresto de Bachir, tal como solicitó Ocampo en julio pasado.
Ocampo insistió en que su decisión de solicitar la detención de Bachir se produjo como último recurso "tras agotar otros medios".
"Visité Sudán en cinco ocasiones desde el comienzo de la investigación, pero no encontré cooperación por parte de los jueces sudaneses, por lo que decidí continuar con mi investigación", dijo el fiscal, que aseguró haber recogido un centenar de testimonios sobre los crímenes cometidos en Darfur por las fuerzas gubernamentales.
Ayer, el fiscal afirmó a la prensa que tenía "pruebas suficientes, tanto sobre los crímenes como sobre la intención de cometerlos".
Esto último -la intención- es necesario para poder afirmar que se ha producido genocidio.
También dijo "estar preparado" para cualquier decisión que tomen los jueces de la CPI y esbozó tres posibles escenarios.
Los jueces "pueden rechazar la solicitud (de detención), con lo cual apelaríamos; pueden aceptarla completamente o pueden emitirla aceptando solamente algunos de los cargos, con lo cual tendríamos que pensar qué hacer al respecto", explicó.
La acusación contra el presidente sudanés está vinculada a su papel en la guerra de Darfur, que estalló en febrero de 2003 y que ha causado unos 300 mil muertos y ha obligado a dos millones y medio de personas a abandonar sus hogares, según cálculos de la ONU.