FILOSOFANDO
Si la mente evolucionara hacia el amor
y el amor evolucionara hacia la mente
cuán dulce sería amar realmente
y fácil enamorarnos de la gente
y de la comprensión de la naturalidad
apropiada a la compenetración de la razón
dando paso de que a la mente no se le miente
y de que al corazón no se le desmiente.