INGRATITUD
Siempre anhelo la llegada
Del hijo que tanto espero
Su presencia es muy deseada
Que sin verlo yo me muero.
Han de pasar muchos días
Para que lo vuelva a ver
A veces ni siquiera me habla
Siempre suele suceder.
La sangre sin fuego hierve
Los lazos de unión existen
Ternura y cariño mueven
Los ruegos aquí no sirven.
¿Qué quisiera yo hacer?
¿Qué pudiera yo decir?
El tiempo retroceder
Para poderlo erigir.