El menor se encontraba en una fiesta con sus amigos por el Barrio de La Cueva; reportaron una riña y los agarraron a golpes y patadas alrededor de ocho policías. Lo encerraron a las 2:30 a.m. y lo soltaron hasta las 12:30 horas.
Hechos | El adolescente fue amenazado por preventivos.
Sombrerete, Zacatecas.- Un menor de edad de 15 años fue golpeado e incomunicado por policías municipales y presenta fractura de nariz y golpes en el cuerpo, por lo que su madre Rafaela Pérez López presentó su denuncia penal y ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Hechos. El menor, indica la madre, fue amenazado por los policías que lo agredieron y ya no quiere ni salir de su hogar. Los hechos sucedieron el pasado 17 de enero de 2009. Señala que el menor se encontraba en una fiesta con sus amigos por el Barrio de La Cueva, reportaron una riña y los agarraron a golpes y patadas alrededor de ocho policías. Lo encerraron a las 2:30 a.m. y lo soltaron hasta las 12:30 horas.
Asegura que en un cuartito el menor y otro amigo eran sometidos a golpes para que confesaran que habían quebrado un vidrio de una patrulla.
Rafaela Pérez apunta en su denuncia ministerial que el día 17 le avisaron de Seguridad Pública como a las 7:00 a.m. que su hijo se encontraba detenido en los separos; al menor lo acusaban, junto con otros nueve jovencitos, de quebrar el vidrio de una patrulla. La señora acudió a preguntar el costo y le dijeron que era dos mil pesos. Al llegar con el policía éste le dijo que salía en siete mil pesos y que tendrían que pagar 700 pesos cada uno más la multa de 300 pesos.
Indica que al pasar a llevarle unas tortas a su hijo se dio cuenta de que estaba golpeado de la nariz y un ojo. Los demás compañeros detenidos, que responden a los nombres de Roberto, Érick, Claudio, Aldair, Luis, Rodrigo y Cinthia, señalaron que a Víctor fue al que más golpearon los policías y lo encerraron esposado en la celda. Subrayaron que Víctor se quejaba de los golpes y patadas recibidos ante lo cual uno de los policías de nombre Pepe le quitó las esposas y lo llevó al Hospital Integral con la doctora Kena.
En la denuncia se indica que le aplicaron dos inyecciones y le pusieron oxígeno y advertía la doctora que si no reaccionaba lo trasladarían a Fresnillo. Lo internaron por espacio de una hora y después lo encerraron de nuevo en la celda. Rafaela Pérez López dice que cuando fue a presentar su denuncia ante el agente del Ministerio Público 2, Efraín Montalvo, éste le dio largas por varios días para que no presentara su denuncia.
Y sin que ella autorizara le dijo: “Mire, mandé traer a éstos (el director interino de la Policía, Héctor Ayala Escamilla, y el coordinador operativo, Rafael Aquino Lomas) para que lleguen a un acuerdo”. Asegura que se molestó por la actitud del Ministerio Público y le dijo: ¿A qué acuerdo quiere que llegue? ¿Para que lo sigan golpeando?, ya que cada vez que lo ven lo encierran en las celdas”.
Indica que el Ministerio Público la amenazó que si presentaba la demanda, los policías interpondrían otra y lo encerrarían. Acusa también al director del Hospital Regional, Alfredo Méndez Guerrero, de cómplice y falta de ética ya que firma y certifica que su hijo no presenta datos de agresión física y que la lesión en la nariz se la autoprovocó, cuando nunca revisó a su hijo. Presentó el certificado del médico legista del Ministerio Público, Agustín Chávez Acosta, quien certificó con fotografías la fractura de la nariz y lesiones del cuerpo.
DATOS
Rafaela Pérez López presentó denuncia penal y ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos contra policías municipales.
Denuncia que golpearon a su hijo de 15 años de edad y presenta certificado de fractura de nariz y lesiones en el cuerpo.
Acusa que el Ministerio Público 2, Efraín Montalvo, retrasó varios días la denuncia y quería que no presentara demanda.
Denuncia al director del Hospital Integral, Alfredo Méndez, quien sin atender a su hijo certificó que se autoprovocó las lesiones.
Demandan a agentes
Todavía no salen de una los policías de Sombrerete cuando ya violan la ley de nuevo. El director interino, Héctor Ayala, y el coordinador operativo, Rafael Aquino, están demandados por el empresario Cecilio Murillo por robo, abuso de autoridad, ejercicio indebido de la función pública y coalición junto con el encargado de Alcoholes, Antonio Romero. Ahora sus policías, siguiendo el mal ejemplo, hicieron de las suyas al golpear a un menor de edad. Ya los policías de Sombrerete figuran a nivel estado, no precisamente por su eficiencia y respeto a los derechos humanos.
Brisia Arlette Ramírez
El Siglo de Durango
