El día de hoy en la República Mexicana se celebra uno de los días más importantes del año que es el Día del Padre. Evento que sólo es superado en popularidad por el de la madre, la celebración de la Navidad y las fiestas del 12 de diciembre en territorio nacional. Sin embargo el sentido del festejo muchas de las ocasiones sólo queda en un par de cervezas y en la típica carne asada en muchas de las familias de nuestra región, lo cual genera felicidad, pero sólo entre los productores de bebidas embriagantes y depósitos de carne que este día venderán más de lo esperado. Pero en realidad ¿Qué representa la paternidad? Definitivamente habrá respuestas tan diferentes como ciudadanos existan, pero si hay un consenso sobre lo que debería de representar de manera ideal la paternidad.
Hace muchos años se creía que ser buen padre era pagar la educación de los hijos(as), y que no faltara dinero para la alimentación. Pero el día de hoy se espera que el padre participe activamente en la educación de los hijos(as), que emocionalmente se involucre en el desarrollo de éstos y que sea capaz de ser empatico con sus necesidades. Además de ser una autoridad congruente capaz de poner límites acordes a la realidad.
Hace aproximadamente diez años el Colegio de México realizó una investigación de cómo los hijos percibían a los padres y el resultado fue poco halagador, sólo el cuatro por ciento de los niños y adolescentes conocía emocionalmente a sus padres, en otras palabras la mayor parte de la población de niños y niñas pensaba que su padre no sabía que era lo que les interesaba, preocupaba o anhelaban sus propios hijos.
Estoy de acuerdo que la situación económica ha obligado a muchos de los padres, y madres también, a cubrir doble turno o a trabajar en dos empleos con el fin de sufragar los gastos diarios que esta crisis económica a elevado por los cielos, pero también es cierto que los pequeños no van a aprender en la calle, en la televisión o con la muchacha de la casa, los valores, principios y reglas que nosotros como padres deseamos que ellos hagan como propios.
Yo los invitaría a hacer una reflexión sobre el significado de la paternidad, si para usted representa un día de "pachanga", o una oportunidad para ver a los cuates, o ver a sus familiares juntos o incluso hay personas que ven este día como una chanza para reclamar el no haber tenido un padre ideal o ya de perdido real, en todos estos casos siempre será válida la actitud que usted toma ante el festejo, pero también es muy cierto que sólo usted será responsable de las consecuencias.
Es muy fácil caer en el consumismo de regalar algo y al paso de la semana olvidarse del compromiso, lo difícil es pensar un poco, los que somos padres en como hemos ejercido nuestra labor, si hemos sido los padres que soñamos ser o al menos cerca de lo que deseado y porque no hemos llegado a cumplir nuestras metas. O si somos hijos, valorar, respetar o reclamar incluso, si nuestro padre fue o no fue lo que esperábamos.
Yo elegiría el camino de la comprensión, que si bien es cierto hubo expectativas no cubiertas, existieron algunos otros esfuerzos encomiables por tratar de dar todo lo que se necesitaba. Comprensión porque entiendo que todo fue un esfuerzo con el mejor ánimo de ayudar poniendo el amor por delante, y en segundo lugar el deseo, porque siempre se que hubo y habrá deseo de formar un mejor ser humano, teniendo en cuenta que muchas ocasiones lo mejor para el padre no es necesariamente lo mejor para el hijo(a).
En cuanto a la percepción del desempeño personal como padre sólo le pido a mis hijos comprensión, porque los errores vendrán seguramente, pero siempre serán errores encubiertos de buenas intenciones, deseando desde luego el bien de ellos detrás de las acciones.
¡Felicidades papás!
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