¿QUÉ SUCEDE CUANDO ALGUIEN LLEGA A OCUPAR UN PUESTO DE AUTORIDAD EN LA EMPRESA?
QUERIDA SECRETARIA:
Escoge a cualquier persona que recientemente haya logrado ocupar un puesto de autoridad en tu empresa y vas a sorprenderte de cómo de inmediato se coloca en la línea de la crítica. No importa lo que haga o no haga, alguien va a opinar que debería actuar de manera diferente. Entre los jueces se contarán sus compañeros, sus jefes y sus subordinados. Es nuestro interés compartir contigo algunos comentarios que te ayudarán a darle cuenta de las presiones bajo las cuales opera tu jefe. Tu cooperación y respaldo son vitales para superar tales críticas como:
*Si es menor de treinta años... es demasiado joven para desempeñar su cargo.
Si cuenta con la edad correcta... realmente no se destaca como un genio.
*Si se responsabiliza... debería delegar más su autoridad.
Si delega... le saca al bulto.
*Si trata de seguir estrictamente las políticas de la empresa... es un extremista.
Si es más flexible... le faltan agallas.
*Si toma decisiones al momento... es impulsivo.
Si estudia la situación antes de tomar una decisión... es indeciso.
*Si supervisa de cerca a sus empleados... no les tiene confianza.
Si los deja a su criterio... no está interesado en su trabajo.
*Si respalda a su gente... lo tienen acorralado.
Si cuestiona sus actuaciones... está dañando su imagen propia.
*Si exige que se sigan los debidos lineamientos... se convierte en un dictador.
Si recomienda una política de puerta abierta... permite que sus sentimientos propios interfieran en sus juicios.
*Si las reuniones con el personal son breves... son demasiado generales.
Si se prolonga abundando en detalles... subestima la inteligencia de su equipo.
*Si en su departamento es my alto el nivel de quejas... es un reflejo de su inhabilidad para administrar.
Si se tienen pocas quejas... su gente está haciendo trampas.
¿Se ha dicho suficiente? Probablemente sí. Da, pues, las gracias por no estar en su puesto, pero eso sí, préstale toda tu ayuda.
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