¿PUEDES DECIDIR ANTE VARIAS OPCIONES?
Podemos escoger entre varios servicios de comunicación telefónica -larga distancia, celular, Internet. Podemos seleccionar entre varios médicos, medicinas, seguros, escuelas. Gracias a la revolución digital, no importa dónde estemos, podemos conectarnos con nuestro lugar de trabajo u otros sitios las 24 horas del día.
Los asuntos en la familia son a veces cuestión de elección: casarse o no y cuándo; tener o no hijos y cuándo. Las instituciones religiosas ofrecen un sinnúmero de rituales. Debido a esto, creemos que tenemos el mejor de todos los mundos. La libertad requiere de elecciones, así pues entre más opciones más libertad. Por tanto, la facilidad para tener todo y hacer lo que uno quiere es un privilegio. ¿Es así? No, no es así.
Los científicos sociales afirman que así que aumentan los productos de uso doméstico, las variedades de alimentos, los medicamentos, también aumenta el estrés, la ansiedad, el pesimismo, las frustraciones y desengaños entre las personas. La proporción de la población que se describe como "muy feliz" ha declinado.
Varios psicólogos han identificado algunos factores psicológicos que explican por qué el aumento de opciones resulta en disminución de satisfactores:
PRIMERO. El aumento de opciones resulta una enorme tarea para las personas que necesitan información antes de tomar una buena decisión. ¿Quién tiene tiempo para encontrar la mejor cámara digital?, ¿el mejor celular?, ¿la mejor escuela para sus hijos?
SEGUNDO. Los estudios muestran además que con una variedad de opciones, aumentan las posibilidades de que la gente se lamente de las decisiones tomadas. Les despierta la duda de que quizás otra selección podría ser mejor. Las personas con alta sensibilidad para arrepentirse son generalmente menos felices, menos satisfechas con la vida, menos optimistas que aquéllas menos sensibles.
Todas hemos pasado por la experiencia de haber comprado un par de zapatos caros que al tratar de usarlos no los aguantamos ni diez minutos puestos. ¿Los hemos regalado o aún están en un rincón del clóset? Lo más probable es que no nos decidimos a desecharlos porque ello nos obliga a reconocer que cometimos un error -un gasto inútil.
TERCERO. El seleccionar aumenta el sentimiento de haber perdido oportunidades. ¿Alguna vez has salido de una tienda con las manos vacías, frustrada, desalentada? Las expectativas de las personas aumentan si hay mucho dónde elegir y no hay ninguna excusa para no adquirir, sino lo perfecto. Cuando esta perfección no se alcanza, viene la desilusión.
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