ES NAVIDAD... Tiempo de compartir... de perdonar... sin temores... rencores... ni reservas... y en forma desprendida.
Tu voz puede ser una ventaja o una desventaja -dependiendo del tono y la inflexión. Desafortunadamente no todas las asistentes han nacido con una voz agradable, pero tu voz puede mejorarse con un pequeño esfuerzo.
Probablemente pasas varias horas en tu trabajo hablando con tu jefe, tus compañeros, los visitantes. ¿Has tratado de escucharte alguna vez?; ¿es tu tono agudo cuando estás eufórica?; ¿monótona cuando te sientes deprimida? Pon atención a estas sugerencias para que entrenes tu voz y puedas así corregir debilidades.
Si estás tensa, se va a reflejar en tu voz; procura hablar despacio y con claridad. Es sorprendente cómo una manera tranquila de hablar influye en tu jefe cuando está de prisa o enojado.
Si no tienes a quién leerle, hazlo para ti misma; varía el tono de tu voz, expresa las diferentes emociones: felicidad, excitación, duda, miedo, hostilidad, lástima.
Trata de hablar fuerte, pero sin gritar; con serenidad, sin parecer indiferente.
Pronuncia las vocales con tersura, pon especial atención a las terminaciones de las palabras.
Si hablas demasiado rápido puedes unir las palabras; esto hace que tu conversación sea difícil de entender.
Lee un pasaje mientras estás sonriendo; vuélvelo a leer con un gesto de enojo -frunciendo el entrecejo, ¿notas alguna diferencia? Si quieres tener una voz cálida, amistosa, sonríe mientras hablas -un gesto fruncido puede ser escuchado.
Mantén tu voz animada, interesante; no puedes esperar a que las personas acepten las ideas que les ofreces en un tono bajo, monótono...
Permite que tu voz te represente. Después de la apariencia, es el factor más importante para causar una buena impresión y por ello merece mayor atención. Como las expresiones faciales, las voces reflejan armonía o discordia interiores. Procura que tus pensamientos sean felices, bondadosos y encantadores; éstos se proyectarán en tu voz.
Agradeceremos nos envíes tu opinión a: