El Centro para el Control de Enfermedades (CDC) aseguró hoy que Estados Unidos no donará vacunas contra la influenza humana a otros países, hasta que la producción sea suficiente para asegurar el suministro interno.
'Hasta que no podamos indicar dónde estamos y hacia dónde vamos, creo que será difícil que estemos en posibilidad de afirmar con seguridad cuándo y cuántas vacunas serán proporcionadas a otros países', dijo el director del CDC, Thomas Frieden.
En rueda de prensa, Frieden afirmó que el gobierno estadounidense todavía tiene que tomar decisiones al respecto, porque entiende que debe apoyar a otros países, pero al mismo tiempo reconoce el compromiso que tiene con el pueblo.
'El reto es asegurar la distribución equitativa de las vacunas' contra el virus A/H1N1, aseveró.
El 17 de septiembre pasado, el presidente estadunidense Barack Obama ofreció donar, a través de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 10 por ciento de su inventario nacional de vacunas contra la influenza humana.
Frieden explicó que una de las razones por las que el suministro de la inmunización en Estados Unidos es deficiente es porque los países productores están atendiendo primero su demanda interna.
Aseguró que el virus de la influenza humana continúa propagándose por todo el país y aunque ha aumentado de manera constante la disponibilidad de vacunas 'todavía no es tan rápido como quisiéramos', enfatizó.
Frieden dijo que la mayoría de los casos diagnosticados hasta el momento en Estados Unidos corresponden a la influenza humana, ya que 'casi no hay rastros de gripe estacional todavía', recalcó.
Indicó que hasta ahora se han puesto a disposición del público 31 millones de dosis de la vacuna contra el virus A/H1N1 y recordó que 10 millones de dosis más llegarán semanalmente al país, sin embargo, reconoció que no son suficientes para satisfacer la demanda nacional.
Estados Unidos destinó mil millones de dólares para la compra de 195 millones de dosis de la inmunización a cinco farmacéuticas.
El único proveedor estadunidense produce la versión nasal FluMist, mientras la vacuna inyectable la compró a la británica Astra-Zeneca y a la francesa Sanofi-Pateur, entre otras.
