Muchos chinos se sienten orgullosos de los logros de su país tras la instauración de la República Popular en 1949, una transformación que llevó a China de la pobreza y los estragos de la guerra, a una potencia económica. (EFE)
El centro de Beijing quedó prácticamente inmovilizado el martes, la Ciudad Prohibida, las tiendas y los hoteles cercanos a la plaza de Tiananmen se cerraron como preparación para el 60mo aniversario del gobierno del Partido Comunista, que se espera tenga una fiesta igual o aún más extravagante que la de los Juegos Olímpicos.
La celebración es una oportunidad para mostrar el poder del país con un enorme desfile militar, pero también habrá un "desfile civil" en el que participarán 100.000 personas en 60 cuadrillas. Habrá decenas de miles de palomas, unos 5.000 niños con globos y un coro de miles de integrantes, informó la agencia noticiosa oficial Xinhua.
Los ensayos de las últimas semanas han incluido aviones de combate y helicópteros que surcan el cielo en formaciones llamativas, descargando humo de colores.
Se han divulgado pocos detalles sobre el programa de la celebración, pero se espera un importante discurso del presidente Hu Jintao, después del desfile. El cineasta chino Zhang Yimou, que encabezó las ceremonias de inauguración y conclusión de los Juegos Olímpicos, supervisará la muestra de juegos pirotécnicos de la noche.
Muchos chinos se sienten orgullosos de los logros de su país tras la instauración de la República Popular en 1949, una transformación que llevó a China de la pobreza y los estragos de la guerra, a una potencia económica.
La expectativa de vida ha pasado de 41 años en 1949 a 73 en la actualizad, los ingresos se han disparado, incluso a pesar de que la población aumentó más del doble, pasando de 500 millones a 1.300 millones. En los últimos años el PIB per capita ha aumentado diez veces, luego de sumar 200 dólares.
