Generalmente, la piel de nuestro cuerpo llega a la primavera un poco deshidratada, pálida y sin tono también por falta de cuidados. Antes de presumir brazos y piernas con las prendas ligeras que se imponen en la temporada, se debe revitalizar la piel, estimular la circulación, eliminar células muertas e hidratar profundamente.
Durante el invierno escondemos nuestro cuerpo bajo gruesas prendas para protegerlo del frío. Pero al llegar la primavera, regresa el buen clima y ahora sí queremos presumirlo; lamentablemente, en muchas ocasiones no está en condiciones de mostrarse.
Aunque la piel corporal está más protegida que la del rostro de las inclemencias del tiempo, suele pasar que la rutina de belleza no es la más adecuada para mantener nuestra piel y resistir el cambio de una estación a otra.
Los rayos solares, los climas artificiales, el viento y el frío, así como el tipo de jabón que se utiliza durante la limpieza resultan muy agresivos para la piel. A estos factores se le debe añadir otros como cambios de peso y falta de cuidados.
Generalmente, la piel de nuestro cuerpo llega a la primavera un poco deshidratada, pálida y sin tono.
Antes de presumir brazos y piernas con las prendas ligeras que se imponen en la temporada, se debe revitalizar la piel, estimular la circulación, eliminar las células muertas, hidratar profundamente y aportar un poco de color.
DE UNA ESTACIÓN A OTRA Lo primero es la limpieza. Aprovechando que es época de calor, el baño puede realizarse con agua tibia, a la cual poco a poco se le puede disminuir la caliente para terminar con un agua fría.
Este sencillo gesto estimula la circulación al tiempo que ayuda a mantener firmes busto y derrière.
Respecto al jabón, se deben evitar los que resequen la piel, pues contienen altas cantidades de detergente y contribuyen a la deshidratación cutánea.
En lugar de éstos, se deben buscar dermolimpiadores que eliminen gentilmente las impurezas de la piel.
Algunas firmas de belleza ofrecen geles de ducha de sus aromas más emblemáticos, los cuales limpian y perfuman al mismo tiempo; estos productos representan una proeza cosmética, porque logran que la fragancia no se degrade con el contacto de los ingredientes limpiadores.
SIN CÉLULAS MUERTAS
La exfoliación es un proceso natural que permite que las células muertas que se acumulan en la capa córnea de piel (la más superficial), sean reemplazadas por células nuevas.
Durante el invierno, como protección ante el frío, se contraen los poros, disminuye la oxigenación y la irrigación sanguínea.
Esto es lo que ocasiona una incorrecta eliminación de células muertas.
Lo anterior impide que penetren los principios activos de cualquier tratamiento cosmético que se aplique. Es momento de realizar una exfoliación semanal.
Los nuevos exfoliantes no sólo contienen agentes que arrastran las células muertas, sino que están combinados con activos que impiden que la piel se deshidrate; además, los de las marcas de prestigio tienen un delicado aroma.
El mejor momento para este proceso es durante la ducha.
Una vez que la piel está libre de células muertas -luego de la exfoliación-, se encuentra en condiciones de absorber los beneficios de los activos de las cremas y de los tratamientos específicos que necesita.
Según los expertos, las cremas hidratantes se deben aplicar enseguida de la ducha, porque el cuerpo aún está húmedo y tiene mayor capacidad de retener el agua.
Una piel hidratada se caracteriza por tener una superficie suave, lisa, luminosa y elástica.
Durante la primavera son más recomendables las texturas fluidas, porque también le aportarán frescura a la piel.
Para que la piel no luzca pálida, pero sin correr el riesgo de los daños que causan los rayos solares, las casas cosméticas han desarrollado los autobroncedores.
En los últimos años, los laboratorios de las firmas de belleza han trabajado en el tono, la textura y la aplicación para mejorar el resultado, aportando un aspecto uniforme, natural y con mayor rapidez de secado.
Se pueden aplicar una o varias capas, en función del tono que se desea obtener. Para no perder el color, es recomendable repetir el proceso con frecuencia.
SIEMPRE ACTIVA
Por otro lado, para recuperar la firmeza, se debe recurrir a la estimulación mecánica del ejercicio físico.
Y es que todo eso tonifica la masa muscular y tensa los tejidos. Para complementar esta acción, se han desarrollado cosméticos que son capaces de reducir grasa corporal y aportar firmeza.
Generalmente, se trata de cremas o de geles que contienen sustancias liporeductoras, las cuales "rompen" las moléculas grasas y favorecen su eliminación.
Entre los principios activos más utilizados se encuentran la cafeína y elementos activos vegetales como las algas, rosa mosqueta, aceites naturales, el abedul, la hiedra y el marrón de India.
Cuando el presupuesto lo permite, se puede recurrir a la aparatología de las clínicas de belleza.
Entre los procedimientos más solicitados se encuentran la presoterapia, que reduce, afirma, drena y relaja; y el vacupress, que drena, moldea y reafirma.
Busca perfección
Nuevos productos te apoyan en la preparación.
⇒ Lift-Minceur Hauté Définition, de Clarins. Optimiza la eliminación de grasa, garantiza una acción drenante y estimula la circulación sanguínea.
⇒ Cleansing Body Polisher, de Cabtree & Evelyn. Formulado con aceites esenciales que crean una fina pero abundante espuma que limpia suavemente.
⇒ Body Airbrush Spray, de Clinique. Es ligero y aporta un bronceado natural en pocos minutos. Contiene antioxidantes y humectantes.
⇒ Anthelios XL Spray FPS 50, de La Roche-Posay. Protege de los rayos solares gracias a su exclusivo sistema filtrante .
⇒ Crema hidratante Soir de Lune, de Sisley. Con el emblemático aroma de la firma. Sus ingredientes suavizan y tonifican.