Refuerzo. Un hombre refuerza el tejado de su casa como prevención contra el nuevo tifón que se acerca en Marikina, al este de Manila, Filipinas.
Las agencias de manejo de desastres de Filipinas empacaron toneladas de comida ayer y prepararon sus helicópteros para un plan de desalojo masivo en la zona montañosa del Norte al tiempo que otro tifón amenazaba el país después que dos tormentas mataron a más de 800 personas.
El tifón Lupit, que avanzaba por el Pacífico con vientos máximos sostenidos de 175 kph (108 mph) y ráfagas de 210 kph (130 mph), afectará probablemente a Manila, aunque también podría causar estragos en otras partes del Norte, dijo el encargado de meteorología Prisco Nilo. La tormenta podría llegar al Norte del país el miércoles o desviarse hacia Taiwán.
Lupit, la palabra filipina que significa "cruel", es la 18 tormenta tropical que amenaza el país este año. En total unos 20 tifones llegan a la región anualmente.
Filipinas se recupera aún de los estragos de la tormenta tropical Ketsana, que llegó el 16 de septiembre y causó la peor inundación en Manila en 40 años y del tifón Parma, que llegó el 3 de octubre y duró una semana en la que provocó aludes de tierra que sepultaron muchas casas en el Norte del país.
Ambas tormentas causaron la muerte de 818 personas e inundaron las casas de más de 7 millones de personas. Cientos de ellas permanecen en refugios de emergencia en la provincia de Benguet afectada por los aludes, a 210 kilómetros (130 millas) al norte de Manila.
Unas 77 toneladas de arroz, productos enlatados, tallarines, sábanas y mosquiteros estaban siendo empacados y serían entregados en la zona norte del archipiélago, incluyendo Benguet, donde viven unas 300,000 personas, informó el Consejo Nacional de Coordinación de Desastres.
El Ejército filipino y los helicópteros de la ONU estaban listos para atender vuelos de socorro, según las autoridades. Durante una junta de emergencia ayer, los alcaldes recibieron autorización de desalojar a las personas de las zonas de peligro, de acuerdo con su valoración de la situación. as autoridades de salud han dicho que 1.7 millones de personas expuestas al agua de las inundaciones en la zona metropolitana de Manila estaban amenazadas por la leptospirosis, una enfermedad transmitida por agua contaminada con orina o animales infectados.
La enfermedad ha matado a 96 de 1,336 personas que han sido internadas en hospitales.
