El presupuesto solicitado por el Instituto Federal Electoral (IFE) de nueve mil 231 millones de pesos para 2010 debe ser recortado en 30 por ciento, ya que no es año de elecciones presidenciales o intermedias. (Notimex)
El presupuesto solicitado por el Instituto Federal Electoral (IFE) de nueve mil 231 millones de pesos para 2010 debe ser recortado en 30 por ciento, ya que no es año de elecciones presidenciales o intermedias, y hay muchos gastos de 'ornamento' que se pueden obviar.
El diputado federal del Partido del Trabajo (PT), Jaime Cárdenas Gracia, comentó que debe ser el propio IFE el que solicite el recorte a su presupuesto o de lo contrario serán los propios legisladores quienes adelgacen el gasto corriente del instituto.
"Creo que debe existir un recorte sustancial de recursos en el IFE, por lo menos de 30 por ciento, ya que no es conveniente que siga siendo una institución tan grande", dijo en entrevista.
Ese recorte de 30 por ciento también debe incluir las prerrogativas de los siete partidos políticos nacionales con registro, y la disminución en 50 por ciento de los salarios de los nueve consejeros electorales, añadió.
Se deben atender las recomendaciones que ya hizo el contralor interno del IFE Gregorio Guerrero en materia de austeridad, y se requiere replantear el proyecto de Presupuesto para 2010, porque de lo contrario "vamos a realizar recortes aquí en San Lázaro".
El también ex consejero del IFE expuso que hay un gran dispendio en el instituto y gastos que pueden eliminarse sin afectar su labor, como los gastos ornamentales, viáticos, comidas, viajes, boletos de avión, asesores, vehículos y telefonía, entre otros.
"Si no lo hacen ellos, lo haremos nosotros, espero que haya una voluntad de austeridad de parte de los consejeros electorales respecto a toda la estructura del IFE", subrayó Jaime Cárdenas.
Recordó que también hay gastos ineludibles como los sueldos de los cinco vocales en todos los distritos electorales del país, que tienen salarios buenos, pero no tan altos en otras dependencias.
Otros gastos fuertes son el Registro Federal de Electores, así como la actualización del padrón, el listado nominal y la emisión de credenciales, añadió.
"Hay ciertos gastos que no se pueden suprimir porque están en la ley, sí hay manera de meterle tijera al IFE, sobre todo en un año no electoral para reducir en por lo menos 30 por ciento su presupuesto en 2010 y las prerrogativas a partidos", concluyó.