Nelson Vargas e Isabel Miranda de Wallace son quienes escribieron el prólogo de esta obra, pero coincidieron que en primera instancia iban a declinar la invitación porque era regresar a vivir la tragedia de haber perdido a sus hijos a manos de los secuestradores. (Archivo)
En México no existen políticas de Estado para abatir el secuestro y de no tomarse medidas la situación podría ser incontrolable, pues todos los días aparecen policías entre las bandas de plagiarios, afirmaron Isabel Miranda de Wallace y Nelson Vargas, ambos padres de víctimas.
Lo anterior durante la presentación del libro escrito por Mario Bahamón Dussán, basado en la experiencia del pueblo colombiano en los momentos más álgidos del secuestro en ese país.
Al presentar su libro, el autor aseguró que por desgracia esta obra es editada hoy en México, después de haber sido publicada en Colombia que vivió en 2001 una oleada que registró en su país 10 secuestros al día y era necesario establecer una serie de acciones preventivas personales para evitar ser secuestrado.
Explicó que entre los errores más graves de la sociedad y de las autoridades destaca el hecho de que no se cree que un secuestro pueda afectar a cualquier familia del país, y piensan que sólo a los potentados y los más ricos les va a pasar, pero en realidad a los obreros, campesinos, empleados, a cualquiera de los habitantes de un país le puede suceder.
Nelson Vargas e Isabel Miranda de Wallace son quienes escribieron el prólogo de esta obra, pero coincidieron que en primera instancia iban a declinar la invitación porque era regresar a vivir la tragedia de haber perdido a sus hijos a manos de los secuestradores.
Nelson Vargas, ex titular de la Comisión Nacional del Deporte aseguró que "anoche leí todo el libro y ahora sé que yo era un candidato natural al secuestro, porque yo hacía todo lo que no debía hacer y ahora me doy cuenta".
Explicó que "seguramente de haber tenido en las manos ese libro antes hoy mi hija estaría conmigo", porque habría evitado muchas cosas que hacía y que lo colocaron como un candidato natural a ser secuestrado.
A su vez, el autor aseguró que en Colombia, cuando se decidió desde el gobierno poner en marcha una política de Estado contra el secuestro, se logró abatir la cifra, pues en 2001 eran tres mil 542 secuestros al año y hoy sólo hay 187.
Explicó que en su país el propio vicepresidente fue secuestrado y ahora es quien encabeza las acciones para rescatar a las personas desde el momento en que se reporta un plagio.
Para ello, se han integrado equipos de especialistas en donde interviene la policía, la fiscalía, el ejército y el Departamento de Salud, quienes acuden a los llamados para poner a salvo a las víctimas y a los secuestradores.