WASHINGTON, EU. -Un trabajador retirado del Departamento de Estado y su esposa, acusados de participar en un complot de tres décadas a fin de espiar para Cuba, se han declarado culpables en una Corte federal.
Walter Kendall Myers, de 72 años, y su esposa Gwendolyn, de 71, fueron descubiertos en una operación encubierta del FBI, arrestados en junio y retenidos sin derecho a fianza. El juez de distrito federal Reggie Walton aceptó las declaraciones de culpabilidad ayer por la tarde.
Walter Myers se declaró culpable de planear la comisión de un acto de espionaje y de fraude por medios electrónicos, y accedió a pasar en prisión el resto de su vida.
Su esposa se declaró culpable del cargo menor de participar en un complot para reunir y transmitir información de defensa nacional, y acordó cumplir una condena de entre seis y siete años y medio en prisión. Ambos accedieron a cooperar plenamente con los investigadores.
Poco antes, documento del Departamento de Justicia señaló que Walter Kendall admitiría que él era conocido como el "Agente 202", y que junto a Gwendolyn comenzó a conspirar en 1979 para proveer información de seguridad nacional al Gobierno de Cuba. La pareja se casó tres años después. Un segundo documento anticipó que su esposa, conocida como "Agente 123", planeaba declararse culpable de conspirar para compilar y transmitir información de seguridad nacional.