Fotografía de Armando Lucero, de 67 años, quien fue denunciado por el abuso sexual de su hija, con la que se asegura tuvo siete hijos, en la ciudad de Mendoza, 1.050 km al oeste de Buenos Aires (Argentina). (EFE)
Armando Lucero, conocido como el 'Fritzl' argentino por violar durante 27 años a su hija, con quien tuvo siete hijos, podría ser sentenciado a 50 años efectivos de cárcel, reveló hoy el diputado argentino Ricardo Puga.
El presidente de la Comisión de Derechos y Garantías de la Cámara de Diputados de Mendoza, quien es uno de los principales investigadores de la historia que ha conmocionado al país, aclaró que Lucero no podrá beneficiarse de la prisión domiciliaria.
'El fiscal ha estimado en 50 años la pena y van a ser efectivos', dijo Puga, a pesar de que el acusado tiene 67 años de edad y la legislación argentina otorga el beneficio de la prisión domiciliaria a partir de los 70 años.
El escándalo estalló el viernes pasado, cuando la hija de Lucero denunció los abusos sufridos y la Policía detuvo al hombre, quien la víspera se negó a declarar ante la justicia, pero gritó su inocencia ante los periodistas.
Lucero está acusado de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y quedó detenido en un penal de Mendoza, ciudad donde ocurrieron los hechos, y tiene que esperar los resultados de ADN para que se pruebe si sus siete nietos son también sus hijos.
El caso remitió al escándalo internacional que desató el año pasado el austríaco Joseph Fritzl, quien mantuvo secuestrada en un sótano de su casa a su hija, a quien violó durante 24 años y tuvo siete hijos con ella.
A diferencia de Fritzl, Lucero nunca encerró a su hija, pero ésta declaró que no lo denunció antes por miedo y si se animó ahora fue porque el hombre la amenazo con violar a una de sus hijas-nietas.
Otra de las incógnitas que encierra esta historia es el papel que tuvo la madre de la víctima, ya que durante todos estos años vivió en la misma casa y las autoridades consideran que es muy difícil que no se haya dado cuenta de los abusos.
El diputado Puga, en tanto, reconoció que desde hace siete años se recibieron denuncias sobre el posible abuso de Lucero con su hija, pero se archivaron.
"Es una trama de errores gravísimos que, en un acto de autocrítica, demuestra el fracaso de las instituciones mendocinas que tiene que proteger la niñez y el funcionamiento familiar", lamentó.
Sobre el estado de la hija abusada, que ahora tiene 35 años, Puga relató que 'no estaba encerrada en una casa, estaba presa psicológicamente, no habla con los vecinos ni con nadie, se convirtió en un ente a merced de las vejaciones".