
La primera gran nevada colapsó el tráfico en el centro de Moscú y en las principales salidas de la capital rusa. Debido a los atascos, los coches circulan por el centro de la ciudad a una velocidad de entre 5 y 10 kilómetros por hora. Además, las cerca de seis mil maquinas quitanieve y camiones movilizados por el ayuntamiento para despejar las calles dificultan aún más el tránsito. La primera gran nevada en la capital rusa se produce tan sólo cuatro días después de que las temperaturas alcanzaran en la capital rusa máximos históricos para estas fechas, en el comienzo de invierno más cálido desde que se llevan registros.