Primera gran pelea del nuevo año

Llego la primera gran pelea del nuevo año 2009 con el estadounidense "Sugar" Shane Mosley y el mexicano Antonio Margarito, que expondrá su título de campeón del peso welter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), de protagonistas.

El combate, al margen de la gran espectación que ha generado, se cree que ya están vendidos los 17, 000 asientos que tendrá de aforo el Staples Center, de Los Ángeles, también será decisiva para el futuro de ambos púgiles y los estilos que representan.

Mosley, a sus 37 años, se encuentra en su segunda etapa como profesional, nada que ver de la brillante que protagonizó hace una década, y es consciente que para volver a entrar en la elite necesita ganar y convencer en la pelea frente a Margarito.

Además, sobre Mosley también pesa el haber utilizado substancias prohibidas para prepararse antes de algunas peleas estelares como la que ganó al estadounidense, de origen mexicano, Oscar De La Hoya, en septiembre del 2003, en Las Vegas, y de la que no quiere hablar mucho.

Nadie cuestiona la clase y el estilo de Mosley, un maestro de la velocidad, todo espectáculo, pero en sus últimas peleas ya se le vio que no es el mismo que cautivó al mundo del boxeo a finales de la década de los noventa y principio del nuevo siglo.

De ahí, que todas las interrogantes que pesan sobre lo que realmente podrá hacer ante un rival, siete años más joven, que además es todo lo opuesto a su estilo y que tiene como filosofía golpear continuamente, sin importar lo que pueda recibir.

Mosley es consciente que necesita hacer una pelea, no sólo espectacular, sino que desde el primer momento tendrá que buscar la victoria con una estrategia inteligente de no ser blanco fácil de los golpes destructivos que con toda seguridad le va a lanzar Margarito desde todos los ángulos.

"Haré un combate de velocidad, de rápidos desplazamientos y lo golpearé cuando tenga la oportunidad para minar su resistencia", apuntó el "Sugar" Mosley.

Nadie cuestiona las intenciones y estrategia de Mosley, un maestro del cuadrilátero que tiene aseguro un puesto en el Salón de la Fama del Boxeo.

Pero lo mismo pensaba y había trabajado el ex campeón puertorriqueño Miguel Cotto, que al final, el pasado 26 de julio, en el undécimo asalto de la pelea en la que hizo su defensa del título, ya no pudo más y sucumbió ante la fortaleza y poder de los golpes de Margarito.

"Creo que cuento con el estilo para derrotar a Margarito", declaró Mosley, quien perdió por una decisión ajustada ante Cotto en noviembre de 2007. "La velocidad, la potencia, es decir, todo para superar a ese tipo de boxeador".

Mosley, con un balance de 45-5, incluidos 38 nocáuts, admite que Margarito es un púgil duro, que lanza muchos golpes, pero recordó también que no es la primera vez se va a enfrentar a un boxeador de ese estilo y por lo tanto ni estaba preocupado ni "asustado".

Si Mosley puede superar con éxito la prueba de Margarito no sólo tendrá asegurada una gran pelea ante el propio Cotto o el ganador del combate que van a disputar el filipino Manny Pacquiao -el boxeador de moda- y el británico Ricky Hatton sino que convencerá que vuelve a ser el gran "Sugar" de los mejores tiempos.

Una derrota podría ser el final para los intentos de Mosley de volver a la elite del boxeo ya que en su anterior pelea, contra el nicaragüense Ricardo Mayorga, solo pudo ganarlo en el undécimo asalto dentro de la categoría del peso mediano júnior.

Por su parte, Margarito, con un balance de 37-5 y 27 nocáuts, llega a la pelea sin ningún tipo de presión -como siempre lo hace cada vez que sube al cuadrilátero-, donde su única filosofía y estilo es la de golpear al máximo a su rival, sin preocuparse por la estrategia.

Mucho menos, si después de Mosley va a tener otra pelea revancha contra Cotto o enfrentarse al ganador de Pacquiao y Hatton, su único objetivo es centrarse en como castigar duro al púgil estadounidense.

"Estoy enfocado en la pelea con Mosley. Se oye de una revancha contra Cotto o una pelea ante Pacquiao, -siempre estoy dispuesto a enfrentarme a cualquiera-, pero primero debo concentrarme en este compromiso y después veremos que viene", declaró Margarito, que ante Cotto se ganó el reconocimiento del mundo del boxeo.

Precisamente el triunfo ante Cotto fue el que no sólo le abrió las puertas del reconocimiento mundial, sino también las de la popularidad y ser un boxeador que comienza a atraer a muchos aficionados.

Margarito si es consciente que una derrota ante Mosley le volvería a colocar en el grupo de "buenos" peleadores, pero que no pueden mantener una corona de campeón del mundo y podría pasar de nuevo a un segundo plano.

"No digo que es una pelea fácil. Él tiene mucha experiencia y no voy a subestimarlo en ningún momento. En el ring puede pasar cualquier cosa y debo estar listo", comentó Margarito, que se ha preparado por dos meses para el combate.

Margarito ni siquiera quiso hablar de su revancha con Cotto, que según el promotor Bob Arum se llevará a cabo, al margen del resultado que se pueda dar mañana, sábado, y si es que el ex campeón boricua gana el próximo 21 de febrero a Michael Jennings.

"Estoy contento de que la gente hable de mí, de grandes peleas, pero ahora mismo estoy concentrado en Mosley y en ganar", agregó Margarito.

Mientras, los buenos aficionados tendrán la gran oportunidad de presenciar una pelea especial, con dos estilos completamente opuestos, que expresados a su máximo nivel, pueden ofrecer un espectáculo boxístico único en el cuadrilátero montado en el escenario donde también se da el "Showtime" de la NBA.