La profesora Yolanda Conteras Colín, de la escuela “Don José María Morelos” de esta ciudad, también llegó lejos. Ella misma tomó unas tijeras y procedió a cortarles el pelo a varios alumnos a los que consideró que no se veían bien. (Archivo)
La profesora Mary Carmen Rodríguez Alegría, del jardín de niños “Club Rotario” del municipio de Tlalnepantla, encontró un método terrorífico, pero efectivo, para controlar a sus alumnos de entre cuatro y cinco años de edad.
Sin mediar ningún tipo de posibles consecuencias, la profesora encerraba a sus alumnos más inquietos en un cuarto oscuro, completamente solos y por largo tiempo.
“Los niños eran conducidos por la docente a este espacio, a efecto de que permanecieran en su interior por el tiempo que ella considerara, mencionándoles asimismo que no debían encender la luz, ya que de lo contrario les podría aparecer un gato.
El cuarto oscuro era conocido por la mayoría de alumnos y en consecuencia era objeto de temor, llanto, ansiedad y angustia”, señala el expediente que se inicio por este caso.
La profesora Yolanda Conteras Colín, de la escuela “Don José María Morelos” de esta ciudad, también llegó lejos. Ella misma tomó unas tijeras y procedió a cortarles el pelo a varios alumnos a los que consideró que no se veían bien. Todo delante de la clase.
María Genoveva Paz Cruz, docente del primer grado de la escuela primaria “Lázaro Cárdenas” de Huixquilucan, implementó, por su parte, varias formas para disciplinar a sus alumnos con agresiones físicas y verbales, desde golpes en la cabeza con cuadernos o libros, hasta insultos.
Algo parecido hacía el profesor Miguel Ángel Sánchez de la Vega, quien no sólo hostigaba sexualmente a las niñas de la ESTIC 119, de Coacalco, sino que también usaba frases como “son unos mensos” o “dicen puras pendejadas”, al dirigirse a su clase.
