Doce años después de haber perdido el gobierno y en medio de un severo dispositivo militar y policiaco, regresó el Partido Revolucionario Institucional (PRI) de la mano de José Calzada Rovirosa, a la administración pública de la entidad.
José Eduardo, hijo del ex gobernador, Antonio Calzada Urquiza, ratificó lo que ya había adelantado a EL UNIVERSAL; que realizará una auditoría a las finanzas públicas estatales, porque la ley se lo exige y porque los queretanos lo demandan.
En un atiborrado Teatro de la República, que lució sobrecupo de asistentes, Calzada Rovirosa también aseguró que “no habrá persecución, pro tampoco encubrimiento; la ciudadanía exige información clara y puntual sobre el ejercicio gubernamental del pasado inmediato”, dijo.
Desde ahora, también, asumió el compromiso de reducir su salario y el de todos sus colaboradores en la administración pública.
“En congruencia con los tiempos actuales que demandan austeridad, hoy instruyo para que los sueldos de los funcionarios de primer nivel, comenzando con el titular del Ejecutivo, se reduzcan de manera proporcional para llegar a un ahorro de más de 100 millones de pesos al año”, mencionó Calzada Rovirosa.
Otra promesa más: “Durante mi gestión, la atención con calidad y oportunidad –en las áreas de salud y educación- dejarán de ser retórica”, dijo.
Los compromisos fluyeron; con el turismo, con la ecología, el deporte y la cultura; con la Universidad Autónoma de Querétaro, institución a la que le prometió seguirla apoyando.
Serán, de arranque, 150 días de plazo para cumplir los primeros compromisos y echar andar los primeros planes. Mediante un gran pacto social”.
El inicio de su gobierno, comentó José Eduardo Calzada, es “el principio de una nueva historia que escribiremos juntos”.
Los aplausos de la mayoría, invadieron el histórico recinto, aunque fue notorio que muchos de los invitados, miembros del partido Acción Nacional no siguieron a los demás.
Manuel González Valle, el candidato blanquiazul derrotado; el alcalde electo de Querétaro, Francisco Domínguez Servién así como el presidente estatal del PAN, Edmundo Guajardo Treviño se concretaron a guardar silencio. Nada más.