Llamada de Obama. Cristina Fernández recibió ayer una llamada del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, con quien conversó sobre las próximas cumbres del G-20 y de las Américas, así como de la situación económica internacional, señalaron portavoces de la Casa Rosada, en Buenos Aires.
BUENOS AIRES, ARGENTINA.- La presidenta Cristina Fernández anunció ayer el envío al Congreso de un proyecto de Ley para adelantar a junio las elecciones legislativas previstas para octubre, una iniciativa que busca evitar que el Oficialismo pierda capital político ante la crisis global y que ya despertó críticas en la Oposición.
"He decidido enviar este lunes un proyecto al Parlamento argentino para convocar a elecciones para el próximo 28 de junio" en lugar del 25 de octubre, dijo la mandataria durante un acto en la ciudad de Rawson, en la Patagonia.
La presidenta explicó que el cambio de fecha permitirá a la dirigencia política concentrar sus esfuerzos en hacer frente a la crisis en lugar de una prolongada campaña electoral.
"Sería casi suicida embarcar a la sociedad de aquí hasta octubre en una discusión permanente de posicionamientos cuando el mundo se cae a pedazos y los pedazos se nos pueden caer encima", dijo Fernández.
Pero la Oposición cree que el Gobierno intenta evitar una fuga de votos alentada por el debilitamiento de la economía doméstica y la consecuente pérdida de apoyo popular.
Tras crecer a más del 7% anual desde 2003, la economía ha comenzado a mostrar signos de desaceleración. Además, Argentina deberá hacer frente a abultados vencimientos de deuda con el acceso al crédito cerrado por la crisis y ante la cautela de los inversores por un conflicto latente con el sector agropecuario, motor de la economía.
"La inesperada decisión del Gobierno de adelantar las elecciones de mitad de periodo es un signo claro de debilidad y desesperación. El Gobierno quiere tener las elecciones antes de que las condiciones económicas y políticas se deterioren más", comentó Daniel Kerner, analista para América Latina del Eurasia Group, con sede en Nueva York.
El adelantamiento de los comicios -en los que se renovará la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado- también complica a la fragmentada Oposición, que recién comenzaba a tejer alianzas con vistas a octubre.
"Es lamentable que en Argentina sigamos cambiando las reglas de juego de la competencia electoral según las necesidades, conveniencia y posibilidades de éxito del oficialismo de turno", dijo Delia Ferreira Rubio, presidenta de la organización anticorrupción Poder Ciudadano, filial en Argentina de Transparency International.
El proyecto fue anunciado un día después de que el alcalde de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, hiciera lo propio en su distrito fijando los comicios para el 28 de junio para despegarse de las elecciones nacionales, y a menos de una semana de que el Oficialismo quedara en segundo lugar a casi 10 puntos de una coalición local en comicios legislativos provinciales.
"El Gobierno se asustó con el resultado de Catamarca... Quieren desviar a la gente de los problemas importantes", dijo el titular de la Unión Cívica Radical (UCR), Gerardo Morales, en conferencia de prensa.
"Es una especulación electoral por parte del Gobierno porque sabe que a medida que pasan los días, pierde más votos", sostuvo el diputado José Arbo, quien el año pasado desertó del bloque Oficialista.
En lo que va del año, cuatro senadores y ocho diputados abandonaron el oficialista Frente para la Victoria en disidencia con el Gobierno, aunque conserva la mayoría en ambas cámaras.
El Gobierno buscará hacer valer su peso en el Congreso para tener aprobado el proyecto cuanto antes. Es que según la Ley electoral, las listas de candidatos deben presentarse como máximo 90 días antes de los comicios.
