Alrededor de un centenar de ex trabajadores de Luz y Fuerza del Centro (LyFC) se manifestaron en la sede del Partido Revolucinario Institucional (PRI) en el estado de Hidalgo, en espera de poder hablar con la dirigente nacional de ese partido Beatriz Paredes Rangel, quien acudiría a la reunión nacional de legisladores priístas.
La presencia de los electricistas originó que la presidenta del PRI al igual que el gobernador Miguel Ángel Osorio, cancelaran su asistencia al evento de inauguración.
Entre consignas y pancartas los integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), se apostaron en la entrada principal del Revolucionario Institucional, el cual fue rodeado por elementos de seguridad pública, estatal y municipal, además de la presencia de algunos bomberos. En la puerta de acceso elementos de seguridad privada, impedían el paso de invitados y reporteros.
Luis Espinosa, secretario general del SME en esta entidad, lamentó la postura que ha tomado Beatriz Paredes, así como los legisladores federales, quienes se han negado a llevar la controversia por la desaparición de Luz y Fuerza, dijo que tienen esperanza de que esta pueda prosperar en los congresos locales.
Tras casi una hora de esperar a la presidenta del PRI, y bajo el temor de un desalojo, arremetieron verbalmente contra los legisladores, quienes ignoraron la manifestación.
Luis Espinosa, señaló, que seguirán en la lucha por revocar la desaparición de LyFC, por lo cual el movimiento se mantendrá vivo aseguró. En la segunda etapa de finiquito, advirtió que muy pocos ex trabajadores han acudido a cobrar su liquidación y en general, sólo unos 900 electricistas han cobrado sus dineros, el resto aseguró, permanece en la lucha.
"Ya prácticamente nadie acude, todos estamos en el entendido que hay que seguir adelante con la defensa de nuestro trabajo", acotó el líder sindical.
En Hidalgo, recordó son 3 mil 400 ex trabajadores, los que dependían directamente de Luz y Fuerza, quienes apuntó realizarán todas las acciones para poder revocar el falló de extinción decretado por el presidente, "sabíamos que era casi imposible que Beatriz Paredes, nos escuchara pero el intento se hizo", destacó.
