Marcha. Miles de manifestantes se congregan en la Plaza de Cibeles (Madrid) bajo una gran pancarta, con el lema 'Cada Vida Importa', en protesta por la reforma de la Ley del Aborto.
Una multitudinaria manifestación a la que asistieron destacados líderes del opositor Partido Popular (PP) recorrió ayer el centro de Madrid para protestar por la ampliación de la ley del aborto del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.
Las cifras de asistencia oscilaron entre los 2 millones contabilizados por los organizadores del acto y las casi 56,000 personas que, según el cómputo efectuado por la empresa Lynce, especializada en el estudio informático de imágenes fijas y en movimiento, participaron en la manifestación.
Para participar en el acto, convocado por más de cuarenta asociaciones antiabortistas y que transcurrió en un ambiente festivo, se desplazaron hasta Madrid ciudadanos de toda España en diversos medios de transporte, entre ellos unos seiscientos autobuses fletados desde numerosas ciudades españolas.
Aunque los convocantes no aceptaron adhesiones de partidos políticos ni de grupos religiosos, en la marcha, celebrada bajo el lema "Cada vida importa", participaron algunos sacerdotes y representantes políticos.
Destacó la presencia de numerosos dirigentes del conservador PP, el principal de la Oposición en España, entre ellos el ex presidente del Gobierno español José María Aznar y la secretaria general de la formación, María Dolores de Cospedal, además de más de medio centenar de diputados y senadores de ese partido.
El líder del PP, Mariano Rajoy, que según los dirigentes del PP no asistió a la marcha como muestra de que esta formación no quería politizar una protesta convocada por organizaciones civiles, había animado públicamente a sus militantes a acudir a ella para defender la postura de la formación contraria a esa modificación.
Aznar, aclamado por los manifestantes, declaró que para él era un "deber de conciencia y de ciudadano" acudir a la protesta por la reforma que "pasa todos los límites" y que además es un proyecto "retrógrado" del Gobierno socialista.
El PP ha anunciado que recurrirá ante el Tribunal Constitucional si se aprueba la reforma.