Enfrentamiento. Varios iraníes durante los conflictos que han mantenido con la Policía, en las calles del Norte de Teherán. EFE
TEHERÁN, IRÁN.- El líder supremo de la Revolución iraní, ayatolá Ali Jamenei, desoyó las quejas de la Oposición por un supuesto fraude en los comicios presidenciales celebrados el viernes y respaldó la victoria del presidente Mahmoud Ahmadinayad, quien ha sido reelegido con el 64% de los votos.
Al tiempo que la máxima autoridad de Irán se dirigía al pueblo, miles de seguidores del candidato derrotado, Mir Husein Musaví, se manifestaban en la principal avenida de Teherán para exigir que se repitieran los comicios.
Al grito de "éste no es mi voto", e identificados con lazos verdes, el color de campaña de Musaví, los congregados llegaron a la plaza de Fatemí en Teherán, cercana al Ministerio del Interior, donde fueron reprimidos con violencia por los cientos de policías y milicianos islámicos que desde anoche tiene tomada la zona.
Agentes de uniforme y otros de paisano provistos de porras trataron de amedrentar a la multitud, en su mayoría jóvenes y muchas mujeres, en el recorrido hasta la sede del ministerio.
Las mismas escenas se repitieron en diferentes puntos de Teherán.
"Nos han engañado. Todo el mundo pudo verlo ayer. Ésta no es la decisión del pueblo iraní", explicaba una joven dependiente que como muchas otras se había unido de forma espontánea a la marcha que descendía por la avenida Vali-e Aser.
Musaví proclamó su victoria el mismo viernes poco después de que cerraran los colegios electorales, pese a que sus observadores de campaña habían detectado numerosas irregularidades.
Pocos minutos después, la agencia estatal de noticias Irna replicó que el triunfo correspondía al ultraconservador Ahmadinayad con más del sesenta por ciento de los votos.
Esa misma cifra fue mantenida por el Ministerio de Interior desde que al filo de la medianoche ofreciera los primeros datos, con tan sólo el 19 por ciento de las urnas escrutadas.
Contabilizado el 98%, el comité electoral afirmó ayer por la mañana que Ahmadinayad había logrado el 64 por ciento de los sufragios, el doble que su rival.
Ante esos nuevos datos, Musaví volvió a denunciar ayer decenas de "errores" y pidió tanto al líder como al Consejo de Guardianes -que debe validar los resultados- que anulara las elecciones y convocara una nueva fecha.
Según el equipo de campaña de Musaví, en la jornada faltaron papeletas pese a que el citado Consejo imprimió 5 millones más de las necesarias"; se pusieron trabas al trabajo de los interventores de los candidatos, e incluso "se olvidó" sellar las papeletas a algunos electores tras haber votado.
"Además, el índice de participación es sospechoso, ya que un 82% significa que técnicamente todos los iraníes votaron y sabemos que muchos se quedaron a las puertas", denunció un abogado.