Las autoridades australianas declararon ayer la alarma al Norte del Estado de Nueva Gales del Sur, al este del país, por los cerca de 120 incendios forestales que amenazan varias comunidades de la región.
El fuego más peligroso arde sobre unas 250 kilómetros cuadrados y se encuentra a unos 8 kilómetros de la localidad de Bundarra, en el interior de Nueva Gales del Sur, unos 550 kilómetros al Norte de Sydney.
Alrededor de 120 incendios afectan desde hace días en otras partes del Estado, donde unos 2 mil bomberos trabajan a destajo para controlarlos.
El portavoz de los bomberos, Anthony Clark, explicó a través de la radio ABC que las temperaturas superarán hoy los 40 grados y recalcó que los vientos a más de 60 kilómetros por hora arrastran las llamas.
Las alertas por incendios forestales se han repetido en varias ocasiones en el país durante la primavera y este verano austral, que comenzó el pasado 1 de diciembre.
El nuevo sistema de alarma se implantó tras el trágico "Sábado Negro" del pasado 7 de febrero cuando empezaron los incendios que causaron 173 muertos, arrasaron pueblos enteros y calcinaron casi medio millón de hectáreas.
