En un hecho inédito para la actual generación, México todo ha sido declarado en contingencia epidemiológica por el hasta hace unos días conocido como el virus de la influenza porcina y en estos momentos ya rebautizado con el nombre de influenza humana.
No se habla de otra cosa en todos los medios. Mañana, tarde y noche es lo mismo. La realidad es que es muy difícil determinar el riesgo real de contagio a mil kilómetros del Distrito Federal, donde se encuentra la mayoría de los contagiados. San Luis Potosí y el Estado de México también tienen un número considerable. Sin intento de ser simplista, tal vez lo que está ocurriendo en los estados del norte, de colgarlos en el paro nacional de labores, es un tanto cuanto exagerado -y aunque la salud es lo primero- el daño a la ya golpeada economía es por supuesto más sensible.
El caso es que toda la actividad social pública del país está detenida y aunque los restaurantes de La Laguna pueden estar abiertos, es obvio que nuevamente tendrán en lo general otra semana negra de ventas y toda la industria del sector a sufrir.
Asimismo con anterioridad se anunció que las discotecas, bares y centros nocturnos de los puertos turísticos como Acapulco, Cancún y Playa del Carmen, no abrirán sus puertas este puente. Especial pena será para Acapulco, porque cada puente es aprovechado por miles de capitalinos que viajan a ese destino a pasar unos días de diversión y consumo.
Así pues, nuevamente la tragedia cae sobre el ciudadano promedio que se informa de los medios, y ahora el tema, que insistiendo es de fundamental relevancia, le viene como oxígeno puro a las autoridades en general que logran sacudirse un poco la presión pública por la porquería en que han convertido a este país.
En lo federal, si bien es cierto que la crisis económica vino de fuera, persiste en tantas áreas del Gobierno el abuso a mansalva de los propios burócratas, que gozan de privilegios y canonjías que el trabajador de la Iniciativa Privada difícilmente podrá obtener, así que la crisis en realidad está para ellos sólo en los discursos.
El marco legal establecido por los denostados partidos políticos que han convertido la democracia formal establecida en las leyes mexicanas en una partidocracia de hecho, en donde todo aquel que logre integrarse a alguna camarilla política, sólo estará a la espera de su turno para vivir de las mieles del erario, mientras el descontento social se sigue almacenando.
En lo local la cosa es aún peor, los gobiernos de Coahuila y Durango, se preocupan cierto, por la obra pública y el supuesto desarrollo, pero simplemente han dejado a merced del hampa a las personas comunes.
Así que aquí se vive preocupado por que la crisis no golpee aún más los hogares laguneros. Torreón tiene una Administración municipal que se tambalea y Gómez Palacio se quedó sin alcalde electo por el pueblo, porque el gobernador Ismael así lo dispuso.
Es un puente largo, no cabe duda, pero hoy es un puente negro. Sin embargo, nunca debe perderse de vista la esperanza, por difícil que parezca.
Hoy -ayer- fue Día del Niño y por todos ellos, los adultos se deben obligar a tratar de que el futuro sea más digno para los infantes que ahora escuchan seguido hablar de muertos.