Es imposible ser indiferente a la contienda por la alcaldía de Torreón cuando las principales vialidades de la ciudad están llenas de pendones y espectaculares que muestran, principalmente, los rostros alegres del priista Eduardo Olmos y del panista Chuy de León.
Sin embargo, esta actitud buena onda no logra entusiasmar al electorado universitario. La mayoría de los jóvenes, que actualmente estudian alguna carrera, se dice decepcionado de la política.
Así me lo hacen sentir mis alumnos. Imparto clases en la UIA y en ULSA (universidad que a pesar de estar en Gómez Palacio tiene una alta población de alumnos de Torreón). En total doy clases a cuatro grupos, que en promedio suman alrededor de 60 alumnos. Al platicar con ellos sobre la vida pública del país sus opiniones reflejan la decepción y frustración que les genera la clase política de todos los niveles.
Al abordar el tema de las campañas a la alcaldía de Torreón, muchos cuestionan el gasto en publicidad. Se preguntan por qué a los candidatos les gusta llenar de basura las calles de la ciudad que pretenden gobernar: "¿Qué no estamos en crisis?, ¿Por qué mejor ese dinero no lo usan para ayudar a alguien pobre o hacer obras que beneficien a todos?", comentan mis alumnos en lo general.
Una jovencita incluso se dice molesta porque ya hasta en las casas de colonias residenciales como Torreón Jardín y El Campestre la Rosita, hay pendones con la cara de Olmos o de Chuy de León, los cuales según ella "afean" dichos sectores.
Más allá de estas expresiones, que sin duda son muy válidas, me llama la atención que al preguntarles ¿por quién van a votar?, la mayoría me responde con otra pregunta:
-Profe: ¿por quién nos recomienda votar, quién es el menos ratero?
La frase es contundente. Para estos universitarios, que en promedio suman 60 alumnos, no encuentran diferencia entre el panista y el priista, para ellos que se comunican todo el día por medio de mensajitos de celular y la Internet es su gran aliado, los dos candidatos son "rateros". Ellos votarán por el que sea un poco más honrado. Así reflexionan si votar por Olmos o por Chuy de León.
La apatía de los universitarios sobre por quién votar resulta doblemente reveladora por el hecho de que tanto Olmos como Chuy de León son jóvenes. El priista está por cumplir los 44 años, mientras que el panista es menor ya que apenas tiene 35. Sin embargo, para los universitarios su discurso suena viejo, a las mismas promesas de siempre. Ambos candidatos han sido incapaces de atraer a los jóvenes como en su momento lo hizo un Vicente Fox o recientemente Obama en Estados Unidos.
El buen uso de las Tecnologías de la Información (Tic→ s), sería una buena forma de llegar a los jóvenes. Sin embargo, hasta el momento, el uso de las redes sociales como el Facebook o el Twitter se han limitado a hacer una colección de supuestos "amigos" o "simpatizantes" de algún candidato que no transmite una propuesta seria para este sector.
Por otro lado, está el uso del YouTube, dicho canal de videos ha sido utilizado hasta el momento como la principal herramienta para llevar a cabo una guerra sucia contra el rival en turno. Algunos videos son jocosos, otros rayan en el mal gusto, lo cierto es que en ninguno hay propuestas.
Por el contenido de los videos, muchos de ellos seguramente son hechos por seguidores de los candidatos sin su aprobación. Pero incluso aquellos que sí son realizados por los equipos de campaña no transmiten un mensaje atractivo.
Cito como ejemplo un video de Chuy de León que me llegó a mi correo electrónico al momento de redactar este artículo. Dicho video es un recorrido virtual, hecho en animación, del candidato panista por las calles de Torreón. El video está bien hecho, la música es pegajosa (utilizan el tema norteño-banda titulado Very good), sin embargo, nunca se dice por qué el ciudadano debe votar por el panista.
Por otra parte, el slogan es "Chuy de León cercano a la gente", pero el video no refleja dicha "cercanía" ya que el "Chuy" virtual camina sin nunca detenerse a saludar a los ciudadanos. Al final todo mundo (incluido el León que sale de la fuente de La Alameda), se une a su caminata, pero él va por delante, por lo que no se ve muy "unido" que digamos. Además de que resulta extraño que Chuy de León pueda caminar por tantas calles sin que sea asaltado y sin que se caiga en un bache.
Por otra parte, los videos de Lalo Olmos en YouTube son imágenes de sus mítines, donde se le ve rodeado de todos sus simpatizantes, con porras y el clásico "Sí se puede". Vaya, es un video que no muestra nada nuevo, es la estructura priista de toda la vida, pero sólo que ahora sus gritos y porras viajan por Internet. Entre tantas porras y camisas rojas tampoco se le dice al ciudadano por qué votar por el priista.
En conclusión: a pesar de las nuevas tecnologías y las redes sociales, las campañas son igual de aburridas y poco creativas que siempre. Los mensajes son ambiguos y poco atractivos para una generación de jóvenes que buscan información, en pocas palabras utilizando la Web y que está decepcionada de los políticos. Por lo que nuevamente gran parte del electorado decidirá su voto en medio de la apatía y la desilusión, buscando escoger no al mejor candidato sino al menos malo.