Roman Polanski (ARCHIVO)
El cineasta Roman Polanski fue detenido en Zurich el pasado fin de semana, como consecuencia de que en marzo de 1977 tuvo relaciones sexuales con una adolescente de 13 años, Samantha Geimer, quien ahora prefiere dejar atrás esa parte de su vida e incluso pide desechar los cargos contra Polanski.
Luego del escándalo que desató su comportamiento de los 70, el director cinematográfico tuvo que pasar más de un mes en prisión por abuso de la menor, tras lo que huyó de Estados Unidos, a donde podría ser extraditado luego de su reciente detención.
Pero mientras el revuelo a nivel mundial se ha desatado con el cineasta como figura, la otra protagonista de la historia desea retirar los cargos contra él.
De acuerdo con la página de internet telegraph.co.uk, Samantha Geimer quiere dejar atrás esa parte de su vida y poder realizar una vida normal junto a su esposo y sus tres hijos.
La ahora mujer de 45 años ha relatado cómo ocurrió el incidente con Polanski, pero también dejó en claro que desea que los cargos contra el cineasta sean abandonados.
Aquella jornada de marzo de 1977 estuvo marcada por la champaña y las drogas. Polanski tuvo relaciones sexuales con ella pese a su resistencia y pedidos de ser llevada a casa.
"Hicimos fotos mías bebiendo champaña. Hacia el final eso se volvió atemorizante y me di cuenta de que él tenía otras intenciones y sabía que no tendría que estar ahí", relató Samantha ante un gran jurado, según la fuente.
La entonces adolescente se resistió al cineasta, quien trataba de conducirla a la cama. Luego del hecho, Polanski fue acusado de violación y otros cinco cargos, que ahora Geimer busca que se desechen, pues lo único que quiere es una vida tranquila.
En enero pasado, la mujer realizó una declaración legal en Los Ángeles, California, pidiendo formalmente que se abandonaran los cargos contra Polanski.
Para la mujer resulta una "broma cruel" que Polanski sea extraditado, pues de nueva cuenta se hablará de los detalles del incidente que la lastimó.
Además, Geimer considera que el cineasta huyó de Estados Unidos porque "el sistema judicial no funcionaba".