EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Raúl Castro: un año de poder

EL COMENTARIO DE HOY

Francisco Amparán

Hoy se cumple un año que el General Raúl Castro se hizo cargo formalmente de la jefatura del Estado cubano, reemplazando de manera definitiva a su hermano Fidel, quien había calentado esa silla durante casi medio siglo.

Hasta antes de eso, Raúl había sido caudillo provisional, esperando que su carnal mayor se repusiera de una misteriosa afección gástrica, lo que finalmente no ocurrió.

Pasarle formalmente la estafeta a Raúl significaba una sola cosa: que Fidel estaba definitivamente incapacitado para seguir timoneando el navío cubano, que tiene buen rato haciendo agua por todas partes.

Y si bien Fidel parece incapaz de hacer otra cosa que dar lástimas tomándose fotos con jefas de Estado visitantes, mientras viste patéticas pantaloneras de marca asquerosamente capitalista, sigue metiendo su cuchara.

A través de sus "reflexiones" que publica periódicamente, Fidel continúa influyendo de cara a la población. Vaya uno a saber qué ocurre en las reuniones familiares sin testigos.

Es por esa injerencia nada disimulada de quien durante años moviera el pandero, que Raúl nada más no ha podido cumplir las promesas de reformas que hiciera hace un año.

Al menos es lo que piensan muchos cubanos de a pie

La teoría es la siguiente: Fidel se vio obligado a entregarle las riendas del Estado a su hermanito.

Pero todavía puede hacer que el caballo gubernamental tasque el freno, vetando aquellas medidas que considera podrían dañar su imagen para la posteridad; o incluso su posición mientras aún se mantiene en el campo de los vivos.

Por eso Raúl no ha pasado de llevar a cabo reformas cosméticas, pero bien recibidas, como levantar la prohibición que tenían los cubanos de usar ciertos hoteles o de poseer teléfonos celulares.

Sobre el asunto habría que hacer un par de precisiones.

La primera: esperar que Raúl sea el gran reformador es pedirle las consabidas peras al olmo.

Quizá sea más pragmático que su barbón hermano, y tal vez sea capaz de poner los pies en la tierra, dado que nunca ha tenido catadura de personaje mítico.

Pero se formó a la sombra de Fidel y durante décadas ha mamado del sistema creado por él. No va a cambiar nada importante así como así.

En segundo, están esperando que la nueva Administración de Obama dé el primer paso, para saber cómo responder. Hace unos días, un importante senador republicano, Richard Luggar, hizo circular un documento que plantea lo obvio: que el embargo económico norteamericano contra los barbudos ha sido "ineficaz". ¡Brujo, brujo! Si el embargo gringo, como el ejido mexicano, lleva medio siglo sin cumplir sus objetivos, entonces no sirve para nada y hay que deshacerse de él.

Quizá sea Obama quien acabe con esa tontería de política, que sólo ha servido de pretexto para justificar la tiranía de los Castro

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 416598

elsiglo.mx