Rayados dan un gran paso

Monterrey da voltereta y vence al Cruz Azul.

Cruz Azul se levantó de un gol tempranero para dominar el primer tiempo, donde además concretó tres opciones, pero Monterrey reaccionó en el complemento para una voltereta espectacular con la cual se llevó el triunfo 4-3 en la ida de la final del Torneo Apertura 2009.

Frío el clima, pero caliente el futbol y la cabeza en el terreno de juego, un vibrante encuentro se vivió anoche en el primer capítulo de la final del Apertura 2009, donde la actitud de los celestes fue mejor en el lapso inicial, pero reaccionaron los regios en el complemento para una voltereta increíble y la victoria.

El argentino Emanuel Villa envió el balón al fondo de su meta con la testa en su afán por despejar en un tiro de esquina, a los cuatro minutos de arrancada la final de ida que comenzó en un terreno resbaloso por la lluvia previa y un gran frío.

Los regios no pudieron imponer un dominio en el partido porque Cruz Azul emparejó los cartones en una jugada similar, donde el paraguayo Cristian Riveros metió frentazo para superar a Jonathan Orozco cuando corría el minuto siete del partido.

A los 18 minutos llegó la voltereta para los celestes, otra vez en táctica fija y nuevamente por vía del guaraní Cristian Riveros, quien se desprendió de la floja marca y aprovechó que Orozco se quedó sobre la línea cuando debió salir, para desviar lo suficiente con la testa y adelantar a los visitantes. Más fríos se quedaron los aficionados cuando Cruz Azul se puso 3-1 adelante a los 35 minutos, con el gol de Villa, quien aprovechó que un remate de Jaime Lozano fue tapado con los pies por Orozco pero quedó en el área y el pampero fue más rápido en la reacción que William Paredes y el propio cancerbero.

La primera mitad fue azul, pero los de casa reaccionaron desde el vestidor con los ingresos de Severo Meza y Sergio Santana para la parte complementaria, hombres que pusieron mayor fuerza al ataque frente a unos celestes que dieron demasiadas ventajas al ceder la iniciativa al rival en busca de contragolpear sin lograrlo.

A los 47 el chileno Humberto Suazo metió en la pelea a los anfitriones con un remate de media vuelta dentro del área a una diagonal retrasada de Severo Meza desde la derecha.

Sergio Santana también se reflejó en el marcador a los 71 para emparejar el partido y así poner en ebullición a los seguidores de Rayados, en un remate con la cabeza donde anticipó a Corona.

Transcurrió el partido y parecía que Cruz Azul sacaba el empate, que no era malo para ellos pese a perder la delantera de dos tantos, pero Monterrey aprovechó una pifia del arquero Corona para marcar el gol del triunfo a dos minutos del final.

Decisión le faltó al guardameta para quedarse con un balón que se le había alargado al paraguayo Osvaldo Martínez dentro del área, el guaraní logró puntear y dejó el balón para el “Chupete”, quien no desaprovechó el regalito para el 4-3 con el cual rompió la racha de ocho juegos sin caer a los celestes.

Así salieron

Los equipos saltaron a la cancha de la siguiente manera:

- Monterrey.- Jonathan Orozco, Diego Martínez (Sergio Santana, 46), José María Basanta, Felipe Baloy (Severo Meza, 46), Duilio Davino, Walter Ayoví, Luis Ernesto Pérez, William Paredes, Jesús Arellano (Osvaldo Martínez, 60), Humberto Suazo y Aldo de Nigris. DT. Víctor Manuel Vucetich.

- Cruz Azul.- José de Jesús Corona, Rogelio Chávez (Édgar Gerardo Lugo, 77), Julio César Domínguez, Melvin Brown, Fausto Pinto, Jaime Lozano, Gerardo Torrado, Cristian Riveros, César Villaluz (Alejandro Castro, 65), Mario Virginio Ortiz (Javier Orozco, 59) y Emanuel Villa. DT. Enrique Meza.

- Jorge Eduardo Gasso Flores cumplió con un muy buen arbitraje. Amonestó al panameño Felipe Baloy y a Sergio Santana, por Rayados, así como a Alejandro Castro, de los cementeros.

- Amparadas por bikinis, como único abrigo, las chavas regias bailan en torno al Estadio Tecnológico. Ni el frío, de 8 grados centígrados, ni el chipi-chipi, que moja y moja, las detiene.

- Fuegos artificiales iluminan el cielo regio, intimidan, y luego dejan una densa nube que tarda en desaparecer, cómplice del clima, como si llamara a neblina. Así arrancó el juego...