Recibir esta presea es motivo de satisfacción para Don Tomás. Mérito. Don Tomás López Alonso recibió de manos del Embajador de España en México, la condecoración Orden de Isabel la Católica.
El 12 de febrero, don Tomás López Alonso se convirtió en miembro de la Orden de Isabel la Católica, por medio de la condecoración que le otorgó Juan Carlos I, Rey de España.
De manos del Embajador de España en México, Carmelo Angulo Barturen recibió la distinción en una ceremonia registrada en la capital de este país.
En entrevista con don Tomás, originario de Villamanín León, España y mexicano por naturalización, se conoció lo que comprende dicho reconocimiento que a él, se le concedió por su trayectoria de trabajo en la presidencia del consejo del Sanatorio Español.
Con 27 años al frente de la dirección de esta institución médica, el homenajeado agradeció a todas las personas que han colaborado a su lado durante el tiempo en mención y una gratitud especial a su familia por invaluable apoyo.
La Orden de Isabel la Católica es una condecoración de España, instituida por el rey Fernando VII el 14 de marzo de 1815, con el nombre de Real y Americana Orden de Isabel la Católica, con el fin de premiar la lealtad acrisolada a España y los méritos de ciudadanos españoles y extranjeros en bien de la Nación y muy especialmente en aquellos servicios prestados en favor de la prosperidad de los territorios americanos y lejanos.
"Para mí éste es un momento especial, el saber que hay reconocimiento a lo poco que uno ha hecho es motivo de satisfacción" confesó este amable caballero que por cierto es el segundo en recibir en La Laguna tan especial condecoración, después de don Pedro Valdés Fernández (f), que por años formó parte del Consejo del Español y del que fue presidente por varios años.
Tomás López Alonso, nació en 1925 en España, hijo de Tomás López García y Natividad Alonso García, llegó a México en 1952, país al que le expresó las gracias por el recibimiento que le brindó.
Contrajo nupcias en aquel país europeo con Sendy Gutiérrez Bayón. Y bajo el cuestionamiento de que con cuál de los dos países (España o México) está preñado su gran amor dijo "son dos cariños distintos, lo comparo con el amor de la esposa y madre, soy lagunero sin dejar de ser español, no puedo dejar de reconocer que México me recibió con los brazos abiertos, aquí nacieron mis hijos, nietos y ahora mis bisnietos".
Simplemente don Tomás es feliz en Torreón, su trayectoria empresarial es basta y su gratitud es total para todas las personas que han colaborado a su lado.
