El exorcista Pedro Sánchez Acosta visitó ayer el vestidor del Santos Laguna para hacer una “limpia’’. En la gráfica se despide de Sergio Bueno.
El sacerdote Pedro Sánchez Acosta, de la Ciudad de México, realizó ayer "una limpia'' en el vestidor del Santos Laguna, en el Centro de Alto Rendimiento Santa Rita, para librar a los jugadores de cualquier cosa mala que pudiera sucederles, confesando que es seguidor de este equipo desde el Torneo Clausura 2007 cuando luchaba por no descender.
El religioso franciscano estuvo durante casi una hora en el vestidor de los Guerreros en compañía del sacerdote Víctor Manuel Gómez Hernández, quien tendrá a su cargo a partir del próximo domingo la Parroquia de Todos los Santos.
Aparte de la "limpia'', el sacerdote Sánchez Acosta dio una plática motivacional a los jugadores.
El defensa lateral Jorge Barrera dijo que la visita del sacerdote Pedro Sánchez Acosta "le vino como anillo al dedo'', ya que actualmente se rehabilita de una distensión muscular en peroneo corto de pierna izquierda, que le ha impedido trabajar en cancha, además de que fue inhabilitado por la Comisión Disciplinaria por una jugada en el partido contra Atlante, alineando con el selectivo Sub 20 de los Guerreros.
El sacerdote Pedro Sánchez Acosta manifestó su alegría por tener un estadio nuevo, de escuchar el mensaje enviado anteayer desde Roma por Su Santidad Benedicto XVI, pues el Territorio Santos Modelo va a ser un estadio parroquia, único en el mundo, que será un orgullo para México.
¿Cómo nació su afición por Santos Laguna?
- Cuando hace tres años el equipo "andaba de la cachetada'', resulta que empezamos a orar por ellos, y desde entonces cada domingo me llaman para que rece por el plantel, y de esta forma empezamos a ver triunfos, gracias a Dios y gracias a la Virgen María, aunque a veces a ella no le gusta las patadotas que se dan.
El religioso confesó que sufrió mucho en la final del Clausura 2008 entre Santos Laguna y Cruz Azul, ya que los directivos de este club también le solicitaron que rezara por ellos, pero entonces decidió que Dios jugara su partido y determinara el campeonato.
En su mensaje a la afición dijo que debe sentirse orgullosa, pues hay tres cosas importantes en este mundo: el futbol, la alegría de vivir todos unidos con alguien que lucha y gana por nuestra región, y también buscar que Dios bendiga esa alegría.
