La jerarquía de la iglesia católica en México reconoció a quienes salieron este domingo a las urnas y ejecutaron, en las elecciones, un voto de castigo en contra de quienes no han cumplido sus expectativas, a quienes manifestaron su “obsesiva reconquista del poder y el abandono de sus responsabilidades sociales”.
Explicó que si los partidos políticos continúan con estrategias similares, esa misma forma “podría conducir al hastío, la desconfianza, el rencor de los electores, o peor, a su indiferencia”.
Indicó que la democracia debe convertirse en “un instrumento de control ante el abuso y la incompetencia de algunas administraciones”.
La iglesia también planteó a los partidos políticos y a sus dirigentes a trabajar “en las reformas que el país necesita”.
A través de la página de la Arquidiócesis de México, los jerarcas de la iglesia católica dieron a conocer su postura ante el proceso electoral federal en el país y aseguró que lo que se vivió fue un "castigo democrático".
Dice que para todos comienza una nueva etapa en la que mucho habrá de modificarse por el bien común.
“La ciudadanía deberá ahora dar seguimiento y vigilancia a las acciones de los representantes; mientras, los partidos políticos deben analizar si en su obsesiva reconquista del poder, el abandono de sus responsabilidades sociales, podría conducir al hastío, la desconfianza, el rencor de los electores, o peor, a su indiferencia”.
Bajo el nombre de “Lenta y difícil construcción democrática”, señala que “ahora falta ver si los partidos, instituciones electorales y la nueva configuración de gobierno están a la altura de lo que los electores expresaron en las urnas”.
Luego de que el domingo, la Arquidiócesis decidiera “guardar silencio positivo” para evitar enfrentamientos e influir en el voto de la ciudadanía, tras las acusaciones que se hicieron la semana pasada a la iglesia de haber violó las leyes electorales, subió a su página de internet la editorial en la que destaca la participación de quienes sí acudieron a las urnas y no anularon su voto.
En el texto de diez párrafos señala que la democracia es el medio más viable de administración del poder ciudadano.
Dice que quienes acudieron a votar lo hicieron con civilidad y responsabilidad, y fueron ellos quienes hicieron posible casi “45 por cierto de votación en las urnas. México demostró una saludable ciudadanía que a través su sufragio ha dado una nueva oportunidad a la democracia”.
Planteó que en contra de todos los pronósticos y “a pesar de las incesantes provocaciones de los partidos políticos o la descuidada campaña mediática de las autoridades electorales, los mexicanos demostraron madurez y compromiso con un ideal nacional, el cual, independientemente de colores partidistas, deberá respetarse: el valor del voto responsable y de la participación social”.
Señaló que ahora, los partidos políticos y los nuevos representantes tienen frente a sí el reto mayúsculo para “revertir la crisis de representatividad y legitimidad de los aparatos políticos, de sus instituciones y de los mecanismos de convencimiento y compromiso con los ciudadanos”.
Detalló que la ciudadanía defendió con su voto “los principios fundamentales del ser humano, ha respaldado a sus instituciones primordiales y –los políticos– deben tomar al tanto la sensibilidad de los electores ante los temas que repercuten en la dignidad de las familias y del ser humano”.
También dijo que tendrá que iniciarse un análisis sobre las costosas campañas electorales y la manera en que los partidos deberán responder para optimizar los recursos públicos en los procesos electorales.“Resulta vergonzoso y escandaloso que en un país tan pobre como México el costo del voto sea de casi 90 dólares mientras que la media internacional sea de apenas un dólar”.