Un vistazo por la historia. La publicación ofrece al lector una serie de aspectos cotidianos de la ciudad industrial de Durango, que cobran fuerza a través de las imágenes que narran una evolución.
Con una edición en la que se pueden apreciar interesantes aspectos históricos tanto de la arquitectura, el quehacer cotidiano de un grupo de habitantes y hasta de la evolución industrial de Gómez Palacio, el doctor Carlos González Puente, rendirá tributo a la ciudad lagunera durante la presentación de su libro "Recuerdos del Viejo Gómez Palacio", que tendrá lugar hoy a las 8:30 de la noche en el Museo de Arte Moderno, ubicado al interior de la Casa de la Cultura.
Durante la presentación el autor compartirá con los asistentes la experiencia de haber trabajado en una publicación que narra capítulos importantes de una de las ciudades que florecieron a orillas del Nazas.
Un libro que además presenta una selección de imágenes que muestran lugares, personas y situaciones, que con una narrativa visual ubican al lector en diferentes épocas y lugares de la ciudad que desde hace un tiempo han evolucionado.
Para saber...
Gracias a los trenes de pasajeros que hacían el servicio de transporte público, y que en ocasiones se detenían en una no muy concurrida estación de paso conocida como Santa Rosa, a donde llegaban y de donde salían los viajeros de Lerdo y rancherías circunvecinas. Esa estación de ferrocarril, donde paraban los viajeros, dio origen a la fundación de Gómez Palacio.
Para 1890, Gómez Palacio ya estaba reconocida como ciudad. El 18 de diciembre de 1905, fue aprobado por el congreso local, el decreto 60, donde se señala la formación de los nuevos municipios en el Estado de Durango. En el artículo primero dice: "La municipalidad de Lerdo se divide de la de Gómez Palacio". Una planicie rota en su extremo sur, por dos pequeñas alturas, el Cerro de la Pila y de San Ignacio.