Don Joaquín Zorrila Moreno fue una pieza clave en las funciones administrativas de los desaparecidos Diablos Blancos de Torreón, en los cuales colaboró durante 14 años, desde su fundación como Club Cataluña en Segunda División hasta la última temporada de este equipo en Primera División Nacional, habiendo desempeñado los cargos de vicepresidente, tesorero, secretario del club y en alguna ocasión ayudante del entrenador.
Actualmente está retirado de toda actividad laboral, hace años traspasó su Pensión 43, negocio de autolavado de carros, el cual atendió con gran esmero durante varias décadas.
Platicar con don Joaquín resulta interesante, pues es un profundo conocedor de la historia del futbol profesional de la Comarca. Recuerda con exactitud que empezó a colaborar con el Club de Futbol Cataluña el 21 de enero de 1960, con el entrenador español Marcelino Gené. Cuenta que el Cataluña fue fundado por los señores Ángel Sobrino, Manuel Corripio, Benjamín Suárez, Simón González y su tocayo Joaquín García Cruz, todos ellos españoles y por ende catalanes.
La camiseta del uniforme del Cataluña era de color rojo con rayas verticales amarillas, short rojo con rayas azules en los costados y medias rojas con amarillo.
Mencionó que después cambió su nombre a Torreón-Cataluña para ganar más adeptos. Empezó a jugar en el desaparecido Estadio de San Isidro, pero después se cambió al Estadio de la Revolución, en donde jugó hasta su primera temporada en Primera División, la 1969-1970.
Comenta que los señores Ángel Sobrino, Benjamín Suárez y Simón González pagaron la instalación de dos torres de alumbrado, ubicadas por el rumbo de la barda del campo de beisbol, para que el Torreón-Cataluña pudiera celebrar partidos nocturnos.
En 1964 se integró don Juan Abusaíd Ríos a la directiva del equipo y cambió su nombre a Club de Futbol Torreón. El apodo de Diablos Blancos se lo impuso el cronista deportivo Alonso Gómez Uranga (QEPD), ya que su nuevo uniforme era totalmente blanco.
Con el ascenso del equipo a Primera División era prioritaria la construcción de un estadio moderno y funcional, tarea que se encomendó al ingeniero Manuel Ortega Barroeta, dueño de la empresa que construyó el estadio Nou Camp de León y el de Irapuato. Don Manuel Ortega Barroeta dirigió la construcción del Estadio Moctezuma, ahora Estadio Corona, que llenó de orgullo a los laguneros. En sus funcionales oficinas despacharon los entonces gobernadores de Coahuila, Eulalio Gutiérrez Treviño y Óscar Flores Tapia. El adorno y decoración de las oficinas del Estadio Moctezuma estuvo a cargo de don Joaquín Zorrila Moreno, y gustó tanto al ingeniero Manuel Ortega Barroeta, que se llevó a don Joaquín a la ciudad de León durante un mes y cinco días para que le arreglara las oficinas del Nou Camp, habiendo cumplido con la encomienda al "pie de la letra''.
El ex directivo de los Diablos Blancos considera que tres de las grandes contrataciones del equipo Torreón fueron Enzo Enrique Genoni, Aníbal "Conejo'' Tarabini y Raúl "Indio'' Solari, estos dos últimos habían jugado con la selección de Argentina en la Copa del Mundo de 1966 en Inglaterra.
Recuerda que recién inaugurado el Estadio Corona se celebró un cuadrangular de futbol, en el cual participaron los equipos Cruz Azul, Laguna, Torreón e Independiente de Avellanada, en este último jugaba Enzo Enrique Genoni, al cual fue a entrevistar al Hotel Elvira, en donde se hospedaba el equipo argentino.
"El Diablo de Avellaneda", como se conocía a Genoni, se entrevistó posteriormente con los señores Juan Abusaíd Ríos y Ángel Sobrino, presidente y vicepresidente del Torreón en ese entonces, para finiquitar su contratación.
Junto con Enzo Enrique Genoni llegaron Aníbal "Conejo'' Tarabini, Raúl "Indio'' Solari, Óscar Rolando Pierucci y Norberto Vigentes, todos ellos argentinos.
Destacó la labor de Aníbal "Conejo'' Tarabini, quien salvó al Torreón del descenso en la temporada 1971-72, anotando el gol que le dio el triunfo contra Irapuato en el Estadio Jalisco en el partido decisivo.
A la temporada siguiente, Aníbal "Conejo'' Tarabini fue transferido al Nantes de Francia, y Enzo Enrique Genoni se hizo cargo de la dirección técnica del equipo, salvándolo del descenso en una liguilla que disputaron contra el Pachuca.
Don Joaquín Zorrila Moreno le fue fiel a los Diablos Blancos hasta que su franquicia fue vendida al término de la temporada 1973-1974 a los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara, que ese torneo habían perdido la final de Segunda División y querían jugar en el máximo circuito a como diera lugar.
¡Hasta el próximo miércoles!
Srosas@elsiglodetorreon.
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