Corría el año de 1943 y un grupo de futbolistas, comandados por José Alvarado el "Arrojado", Arturo "Clavijas" Rodríguez, Edmundo Orduña y Norberto Román Márquez tomaron la iniciativa de solicitarle al profesor Jesús Cueto Nicanor, entonces director de la Preparatoria Venustiano Carranza, que les diera permiso de desmontar un terreno lleno de maleza, ubicado atrás de este plantel, que en esa época estaba por avenida Juárez, frente al Bosque Venustiano Carranza.
El terreno en mención abarcaba de avenida Hidalgo a la Presidente Carranza, y de calzada Cuauhtémoc a Calle 16 de esta ciudad.
El maestro Jesús Cueto Nicanor accedió a que arreglaran dicho terreno para convertirlo en un campo de futbol soccer.
Para la tarea de deshierbe y emparejamiento se consiguió una conformadora que estaba en la Presa de Guadalupe, municipio de San Pedro, Coahuila, la cual era de propulsión y necesitaba ser arrastrada por un tractor que consiguió prestado José Alvarado el "Arrojado".
El grupo de entusiastas futbolistas fue a traer la conformadora hasta la Presa de Guadalupe, y una vez conseguida la maquinaria se pusieron a trabajar durante las noches con la ayuda de los integrantes del equipo Torreón, dejando el campo en condiciones para jugar futbol.
Le faltaban tribunas, y un día al ver caminar por calzada Colón al hacendado español don Fernando Rodríguez Rincón, el grupo de amigos de José Alvarado le manifestaron la necesidad de contar con gradas, aunque fueran de madera.
Don Fernando Rodríguez Rincón les ofreció ayudarlos a conseguir un préstamo con la condición de que obtuvieran la firma de otras siete personas solventes.
Acudieron con los hermanos Abilio, Olegario y Teófilo Hoyos, don Isaac Villanueva, Ángel Calvete, Pedro Aranzábal y Fernando Rincón, quienes aceptaron la propuesta y fue así como pudieron conseguir los cuatro mil pesos que necesitaban para construir las tribunas de madera.
El préstamo se los concedió el desaparecido Banco Ballina, y como dato curioso podemos decir que no se pagó por cuenta de los solicitantes, sino por conducto de los avales, quienes lo hicieron de buena gana, ya que habían contribuido a realizar una obra de beneficio común.
Fue poco el tiempo que duraron instaladas estas gradas en el campo de la Preparatoria Venustiano Carranza, ya que al conseguir José Alvarado el "Arrojado" una parte del campo de polo de la familia de don Ernesto Bredée, dichas tribunas fueron trasladadas a este lugar para dar origen al Estadio de San Isidro.
El campo de la Preparatoria Venustiano Carranza desapareció años después, pero en el recuerdo de los futbolistas de antaño aún vive, al igual que el campo de la Fundición Graham y el del desaparecido Parque España, que estaba por calzada Colón y avenida Escobedo.
En este último campo se realizaron partidos de beneficio en la década de los años veintes por parte del Club Rotario de Torreón, que había sido fundado el 24 de julio de 1924, siendo su primer presidente el señor Eduardo Orvañanos, abuelo del ex futbolista profesional y actual comentarista deportivo Raúl Orvañanos.
Uno de los primeros lugares en donde se jugó futbol en Torreón fue el Campo Oriente, ubicado a una cuadra de la Alameda Zaragoza.
Otro campo que hizo historia fue el Deportivo Nacional, que estaba en el poniente de la ciudad, a un lado de la Plaza de Toros de gradas de madera que había en ese entonces por calle Múzquiz.
En el Deportivo Nacional se jugaba beisbol y futbol, mientras que el Campo Oriente y el Parque España eran exclusivos para futbol soccer.
Al crecer Torreón desaparecieron el Campo Oriente, el Parque España y el Deportivo Nacional. Por un tiempo la ciudad se quedó sin campos de futbol y este deporte se practicó en lotes baldíos hasta que surgió el campo de la Preparatoria Venustiano Carranza, que fue el antecedente directo del Estadio de San Isidro.
Estos fueron algunos de los primeros campos en donde se jugó el futbol en esta centenaria ciudad a partir de 1915, en plena Revolución Mexicana.
¡Hasta el próximo miércoles!