El campeonísimo Guadalajara tuvo también su noche triste en el futbol mexicano, como el conquistador español Hernán Cortés, cuando el desaparecido equipo Oro de Guadalajara le cortó en la temporada 1962-1963 su racha de cetros consecutivos.
El Rebaño Sagrado era en ese torneo tetracampeón, por haber conquistado cuatro títulos en forma consecutiva, en 1958-1959 y 1959-1960 bajo la dirección técnica del húngaro Arpad Fekete, en 1960-1961 y 1961-1962 al mando del ingeniero Javier de la Torre.
Arpad Fekete no pudo regresar a tiempo a México para dirigir a Chivas en la temporada 1960-1961, debido a trámites migratorios, ya que en ese entonces tenía residencia particular en Nueva York y no pudo conseguir el permiso para poder ingresar a nuestro país.
Su lugar en el Rebaño Sagrado fue ocupado por el ingeniero Javier de la Torre, siendo contratado finalmente Arpad Fekete por el Oro de Guadalajara, al cual llevó a la conquista de su único título en la temporada 1962-1963, apuntalado por los brasileños Adhemar Barcello, Amaury Epaminondas, Manuel Tavares Necco y Nicola Gravina.
El calendario oficial de esa temporada consignaba que en la última jornada de la segunda vuelta el Oro de Guadalajara jugaría contra Chivas en el Estadio Jalisco la noche del 20 de diciembre de 1962.
El Rebaño Sagrado llegaba a ese memorable encuentro como primer lugar de la tabla general de posiciones con 35 puntos y el Oro estaba en segundo con 34 unidades, en ese entonces no había liguilla. Al Guadalajara le bastaba el empate para coronarse campeón por quinta ocasión consecutiva, y el Oro estaba obligado a ganar si quería obtener el título.
El Oro no se amilanó y en un partido muy cerrado anotó Manuel Tavares Necco el único gol del encuentro en el segundo tiempo, que a la postre fue el del triunfo.
Al minuto 89 Antonio Mota desvió a tiro de esquina en gran lance un remate de cabeza del guardameta Jaime "Tubo'' Gómez, quien se sumó al taque en busca del empate para Chivas.
Habían preparado gran fiesta para festejar el pentacampeonato, pero el Oro la echó a perder.
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