Han pasado ya cinco meses desde que Alejandro Sanabria noqueó a Daniel Aguillón. Nocaut que le causó la muerte. (Notimex)
México, Df.- La noche del 15 de octubre de 2008 es ahora como un mal sueño para el pugilista Alejandro "Flaquita" Sanabria. Es una pesadilla.
Aquella aciaga noche le aplicó el nocaut a Daniel Aguillón, el cual posteriormente le causó la muerte.
Han pasado ya cinco meses de aquel infausto acontecimiento y Alejandro Sanabria no lo olvida. Sin embargo, el joven pugilista muestra una apariencia apacible. En su corazón y en su mente no existe culpabilidad de aquella tragedia que enlutó al boxeo.
Se escucha maduro y sereno, sin cargos de conciencia "porque fue un accidente propio del boxeo", se reconforta.
Y desde luego, admite que el deceso de Aguillón lo marcó, a tal grado que tuvo que acudir a tratamiento sicológico.
"No fue fácil, porque esa noche y las otras tres que le siguieron fueron las más largas y angustiosas de mi vida", asegura.
Eso sí, agradece el apoyo que tuvo de parte de su familia, en especial de su padre Alejandro, que también fue peleador profesional, pero sobre todo de Ring Telmex.
"Esa empresa me ayudó mucho, ya que me envió durante dos meses a tratamiento sicológico con el doctor Andrés Guevara, quien me tuvo mucha paciencia", explica .
Para el pugilista eso fue fundamental en el reinicio de su carrera.
"El doctor siempre me dijo que no me sintiera culpable de lo que había pasado, que me pudo ocurrir a mí y que no renunciara a mi carrera por un accidente, le hice caso y aquí estoy", afirma el novel peleador.
Después de ese fatídico combate Alejandro Sanabria ha participado en tres, pero el primero fue su prueba de fuego.
"Antes de subir al ring sentí muchos nervios, por lo que había pasado, tenía un poco de temor, pero después del primer golpe se me pasó y gané; la vida sigue y hay que mirar al frente", se motiva el boxeador.
De la nueva Ley para el boxeo capitalino, la cual se anunciará el 31 del presente mes y que, entre otras cosas, obligará a los promotores a tener un hospital cercano y especializado para las lesiones propias del pugilista, Sanabria la ve con buenos ojos. "Me parece estupenda; hasta que están haciendo algo por el boxeo, porque no es cosa de juego, ya que en cada pelea uno arriesga la vida", dice.
Ayer, Alejandro Sanabria volvió a actuar en el Distrito Federal, contra el nicaragüense Wilfredo Acuña, ante quien realizó la segunda defensa del cetro continental superpluma del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).