En la Dirección de Ecología aseguran que con la reubicación de las ladrilleras, ha disminuido en forma considerable la contaminación en la ciudad de Matamoros.
A consecuencia del proyecto de reubicación de las ladrilleras, en esta ciudad se han logrado reducir los niveles de contaminación hasta en un 98 por ciento, informó María del Refugio Valdés Benítez, titular de la Dirección de Ecología de Matamoros.
La funcionaria recordó que este programa centra su inicio, en el objetivo de bajar los índices de contaminación, dado que la mayoría de los obradores se encontraban situados dentro de la mancha urbana en perjuicio de los habitantes de colonias colindantes.
Además de bajar los niveles contaminantes, otro aspecto positivo para los productores de ladrillo, es el apoyo económico que han recibido del Estado, Municipio y Federación para la adquisición de terrenos y dosificadores.
También resaltó que el Municipio se encarga de la excavación de los terrenos para la instalación de la maquinaria a través del programa Proyectos Productivos que se trabaja por medio de la Dirección de Desarrollo Rural a cargo de Sergio Morales Ramírez.
Valdés Benítez informó que el proyecto incluye la reubicación de 114 ladrilleros, de los que hasta el momento, un total de 66 están ya trabajando en la nueva plaza.
Los gobiernos Federal, Estatal y Municipal, se unieron para reubicar a los productores de ladrillo mediante programas de apoyo en beneficio de los mismos. En este caso, fueron trasladados a un terreno ubicado en la periferia del municipio, precisamente en el ejido Mariano Matamoros.
Ahí a cada uno de los productores el Ayuntamiento y el Estado les donaron un cuarto de hectárea y 25 mil pesos para la instalación de dosificadores cuyas dimensiones van desde los 8 mil hasta los 36 mil ladrillos de capacidad, mismos que usan un combustible especial para coser el producto sin perjudicar el medio ambiente.
“Se trata de un apoyo económico de inversión tripartita entre los tres niveles de Gobierno y que la reubicación se ha realizado en tres etapas.
Aunque todavía existe un grupo antagónico de ladrilleros que no definen su postura y se niegan a la reubicación, el proyecto avanza, “pues se está creando un pozo para que los obradores tengan una toma de agua directa, mientras se termina esta obra, dado que hasta ahora, mandamos pipas con el líquido dos o tres veces por día para no obstaculizar la producción e impulsar el empleo”.