Seguridad. Un policía iraquí inspecciona un coche con un espejo en un control de carretera en Bagdad.
BAGDAD, IRAK.- El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, ordenó reestructurar la cúpula de las fuerzas de seguridad en Bagdad, en un momento en que el Gobierno enfrenta una mayor presión de sus ciudadanos tras la oleada más reciente de atentados dinamiteros en Bagdad.
El teniente general Ahmed Hashim Ouda ascenderá al puesto de comandante de seguridad en Bagdad. El jefe actual, teniente general Abboud Qanbar, asumirá el puesto que tenía Ouda, como subjefe del Estado Mayor, informó el canal Al-Iraqiya.
El anuncio surgió en medio de muestras de indignación tras la ola de ataques dinamiteros coordinados en la capital y los alrededores. Al menos 130 personas murieron en los atentados del martes.
Los legisladores han convocado a Al Maliki y a varios prominentes funcionarios a una sesión parlamentaria prevista para hoy, a fin de analizar los posibles errores en las medidas de seguridad. Asimismo, algunos legisladores exigieron la renuncia de los líderes de las fuerzas de seguridad.
Más temprano, Al Maliki hizo un llamado a sus conciudadanos a respaldar a sus fuerzas de seguridad.
Al Maliki pidió a los iraquíes que fueran pacientes y que permanecieran firmes en su respaldo a sus autoridades durante un discurso trasmitido ayer por la televisión estatal. "Pido al pueblo iraquí más paciencia y determinación", dijo Al-Maliki.
El primer ministro y sus funcionarios de seguridad han sido criticados por fallas en las medidas de seguridad que llevaron a los atentados del martes.
Algunos legisladores exigieron la comparecencia de los funcionarios de seguridad del más alto nivel hoy ante una sesión especial del parlamento, para que respondan cómo fue que los agresores hallaron huecos en las medidas de seguridad iraquíes. Se espera que el mismo Al Maliki asista a esa sesión.
