Benedicto XVI. ARCHIVO
El Papa Benedicto XVI señaló hoy que toda reforma debe llevarse a cabo dentro de la Iglesia católica y nunca contra ella al recordar la figura de San Juan Leonardi, patrono de los farmacéuticos.
Estas palabras las pronunció en italiano durante la catequesis que dirigió a más de 20 mil personas en la Plaza de San Pedro del Vaticano convocadas para la audiencia general.
'Toda reforma interesa ciertamente a las estructuras pero en primer lugar debe incidir en el corazón de los creyentes', sostuvo el pontífice.
'Solamente los santos –agregó- hombres y mujeres que se dejan guiar por el espíritu divino, listos a tomar decisiones radicales y valientes a la luz del evangelio, renuevan la Iglesia y contribuyen, en manera determinante, a construir un mundo mejor'.
Según el obispo de Roma Leonardi, reformador del siglo XVI, supo mirar 'las debilidades humanas' de la Iglesia sin escandalizarse sino, más bien, contribuyendo a hacerla mejor y también a construir un mundo mejor.
Agregó que este santo calificaba como 'santa pero frágil' a la institución eclesiástica pero que, pese a todo, 'el encuentro con Cristo ocurría en ella':
'Teniendo lúcida conciencia no se escandalizó de sus debilidades. Para combatirlas buscó ser un buen grano, decidió entonces de amar a Cristo en la Iglesia y de contribuir a hacerla más transparente', estableció.
'Su renovación –apuntó- debe ocurrir en la misma medida para los jefes como para los dependientes, a comenzar de quien comanda extendiéndose a los súbditos'.