La seguridad de los tres centros de reclusión de Culiacán, Los Mochis y Mazatlán, donde se concentra casi el 85% de la población penitenciaria con más de 7 mil internos, será reforzada por elementos de la Policía Federal (PF).
El subsecretario de Seguridad Pública del Estado, Fortino Borquez Velázquez, expuso que en esta época del año el flujo de visitantes a estos penales aumenta, por lo que se requiere de una mayor seguridad en todas sus áreas.
Hace más de un mes, en el reclusorio de Culiacán, se registró una extraña evasión del reo Jorge Amador Díaz de León, de 22 años de edad, quien se encontraba recluido desde julio del 2008 por los delitos de portación ilegal de arma de fuego y robo con violencia.
El funcionario indicó sobre este hecho que las autoridades federales y estatales abrieron por separado averiguaciones previas para establecer si este contó con ayuda desde el interior o exterior del penal, puesto que se presume que logró escalar la barda perimetral.
Sobre el interno recluido desde el 2007, Rolando Arce Montes, que el pasado viernes fue encontrado muerto presuntamente por un paro cardiaco, las investigaciones continúan por parte del personal forense y agentes de la Policía Ministerial del Estado.
Borquez Velázquez declaró que en los centros de reclusión de las tres principales ciudades se cuenta con la mayor población penitenciaria de todo el estado y una gran parte de ellos son reos que purgan condenas o enfrentan juicios por delitos federales, lo que los hace peligrosos.
El subsecretario de Seguridad Pública del Estado comentó que en octubre pasado se dio un relevo en la dirección del penal de Culiacán, a raíz de la extraña evasión de dos reos, uno de ellos, considerado de peligro.
A partir del 20 de octubre pasado, el teniente coronel retirado Carlos Suárez Martínez asumió el control del reclusorio de esta ciudad, con una población de más de mil 800 reos del fuero común y casi 900 del federal.
Su antecesor, Sergio Hernández Hernández, se encuentra sujeto a investigación por la fuga de Orso Ivan Gastelum Arce y José Luis Encarnación Fernández, los cuales aprovecharon la celebración de una fiesta en uno de los módulos para huir supuestamente disfrazados de mujeres.
